jueves, 2 de septiembre de 2010

A propósito del fútbol: la historia se repite

A pocos días del estreno de la nueva selección nacional, una nueva oportunidad se presenta. Entrenador nuevo, sangre nueva, compromiso, lecciones aprendidas: la expectativa comienza a crecer, las diferencias de todo tipo se olvidan y el sueño de uno es el sueño de todos; pero las frases que hoy se escuchan parecen ser las mismas de hace cinco y diez años.


Probablemente el fútbol sea el único medio para unir a nuestro país, un país urgido de triunfos y que de a pocos se va acostumbrado a los relatos de las viejas glorias del balompié nacional. Los jóvenes siguen confiando en una generación que no ha dado ninguna satisfacción; no obstante siempre está presente el sentimiento masoquista de luchar por una causa aparentemente perdida. Total, un golpe más no hace la diferencia.

Sin embargo, cada eliminatoria es lo mismo. Todos los peruanos nos llenamos de ilusión, creemos que esta vez será diferente. Otros, más escépticos, creen que es imposible acabar con el maleficio de casi tres décadas sin clasificar a la máxima competición del fútbol, de no existir a nivel mundial. Nadie discute nuestra realidad, pero momentáneamente esta resignación se disfraza de ilusión.

A veces tener un perfil bajo es mejor que crear tantas expectativas pues ya conocemos que esto no da resultado, pero hacer que un fanático entienda esto es imposible, pues para ellos cualquier detalle aumenta su ánimo, por ejemplo ahora ponen toda su confianza en un técnico extranjero con experiencia; sin embargo, así como ahora, antes se confió en un técnico peruano, joven. Así se puede ir retrocediendo para mostrar que el inicio siempre es el mismo y el final, también: la ilusión lleva a la decepción

Ojala esta vez no sea lo mismo, para bien de todos. No hay duda que el técnico tendrá que hacer honor a su apelativo de ´mago´ y hacer un truco para que esta novela no tenga el clásico final. Ya basta de sufrir y de jugar con una hinchada fiel que no encuentra consuelo.


Ego Agurto V.

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