jueves, 30 de septiembre de 2010

El virus Bozzo

Laura Bozzo, biológicamente hablando, es un virus. Daña, necesita de un cuerpo vivo para subsistir y, sobre todo, evoluciona. De no hacerlo, los organismos que lo albergan encontrarían, con el tiempo, la forma de destruirlo. O controlar sus ánimos infecciosos, en su defecto.

El virus Bozzo habitó la sociedad peruana durante más de diez años. Logró hacerse de una membrana que la protegía de la sensatez y el respeto por la dignidad humana. Una membrana hecha a partir de la ignorancia y las necesidades económicas de gente de bajos recursos. Y revestida del compulsivo hambre de poder de otros virus dueños de canales de televisión, de servicios de inteligencia y de estados peruanos.

Bozzo llegó a creer que su membrana era infranqueable. Que la infección que su cerebro maquinaba alcanzaría límites insospechados. Pero se equivocó, porque la sociedad peruana encontró la forma de hacerle frente. Primero a partir de su mediatizada querella con Jaime Bayley y finalmente con una inédita concientización de los ciudadanos, ahora más aferrados al respeto por su integridad moral.

 Y ante la inminencia de la extinción, el virus empezó a evolucionar. Entendió que de ese cuerpo no podría alimentarse más y se preparó para migrar hacia el norte, donde estaba seguro de que encontraría otro cuerpo más dado a la infección. La sociedad elegida fue la mexicana. Y hace poco menos de un año que el virus se multiplica con éxito allí.

 Primero en TV Azteca y ahora en Televisa, Laura Bozzo hace lo que mejor sabe hacer: denigrar. El programa de televisión que conduce cuenta con panelistas que guardan el mismo perfil de los que formaban parte de sus pares aquí en Perú. Todos pertenecen a estratos sociales bajos, les cuesta muchísimo lograr que sus discursos resulten verosímiles y no les importa pisotear su dignidad por unos pesos. Después de todo, han de necesitarlos mucho ¿no? Y es que esa es la gente que Bozzo elige para atacar los cuerpos que la hospedan. Son los mejores medios para consumar la destrucción.

Lo que resulta interesante señalar es que en México su modus operandi ha alcanzado niveles altísimos de oscuridad a pesar de que la televisión mexicana tiene fama de ser más evolucionada que la nuestra.  Si bien ahora los panelistas no se muelen a golpes frente a cámaras ni lamen axilas por veinte dólares, se dejan insultar y golpear por Bozzo. Además, el público asistente tiene una participación mucho más activa y circense. Es decir, sigue siendo mierda solo que ahora a colores.

Pero sí hay algo que, digamos, representa un avance: el programa se reconoce, implícitamente, como un teatro del terror y ya no como una retrato realista de la sociedad. Y es que los casos carecen de tanta verosimilitud que no parecen pretender que la gente los acepte como ciertos. Al parecer Bozzo ha entedido que no es necesaria la ilusión de realidad para incentivar el morbo en el público televidente.

Espero que la sociedad mexicana desarrolle anticuerpos cuanto antes. Esa enfermedad la padecí durante diez años y no se la deseo a nadie. Ni siquiera a Laura Bozzo.


Rollin Cafferata Thorne

miércoles, 29 de septiembre de 2010

El día que los jóvenes decidieron gobernar

La política tiene bigotes blancos, cabellera escasa, panza pronunciada y ternos Hugo Boss. Puede vestir zapatos lustrosos o zapatillas desteñidas y maltrechas. Gorras Good year o boinas Cacharel. La política planea la revolución desde el Café de la Paz o desde un parque del Centro de Lima. Se sienta a pensar el país y a reformular las reformas, que en un momento reformó, por un decreto de rectificación.
Así de enredada es la política peruana. Nuestro país sigue sumido en la improvisación y la falta de tino al momento de confrontar ideas y plantear propuestas eficientes para la ciudad. Lo que lleva nombre de debate, termina siendo lo más cercano a una partida de box de Nintendo Wii. Claro ejemplo: el último debate municipal por Lima.
Quienes, en principio, se figuraban como sólidas propuestas, hoy no dejan más que migas de arrebatos por afán al poder municipal. A una semana de las elecciones municipales, el triunfo de los ciudadanos se pone color hormiga. Los atropellos, las posturas agresivas, los ataques insistentes, el sarcasmo e ironía mezclados con la rabia maldita, desbordaron la mesa de debate, en Villa El Salvador, aquel épico 28 de setiembre.
Las imprecisiones y los ataques personalizados coparon este ciclo de elecciones municipales. Dimes y diretes se prolongaron en todos los medios de comunicación del país. El Twitter se vio invadido por la mofa política y le sacó la vuelta a la precaria política peruana. ¿Qué nos demostró?, lo invariable: la necesidad de ser convencidos. Con improperios, audios y videos, al fin y al cabo, en esta guerra municipal [por convencer], todo vale.
Para nosotros, los jóvenes, no todo vale. El futuro que queremos, ese futuro “prometedor”, que llena las bocas de los candidatos, corre por nuestras manos, ya que, cuatro años más tarde nos tocará liderar estos espacios públicos tan mancillados. Llegará el día en que los jóvenes decidiremos gobernar, ponernos frente al país, replantearlo y repensar la nación.
El bicentenario no está lejos, tampoco a la vuelta de la esquina. Para entonces, oscilaremos los treinta años y estaremos inmersos en la coyuntura nacional. Los cinco años de aula se verán reflejados en nuestro desempeño y nos denominaremos la generación bicentenario. Seguro tendremos más de los animales políticos que ahora pululan. Pero tendremos, quién sabe, verdaderos actores políticos de la talla de Marco Enríquez-Ominami, un progresista a cabalidad.
Será el momento para aplicar las lecciones aprendidas, plantear debates concienzudos con las bases que amerita. Podremos ser capaces de dejar los protagonismos y la personalización de los problemas, en suma: no jugaremos a hacer política.
Hoy, la política es un juego de poderes. Quienes se enfilan en la lista de políticos buscan, a ver, quién puede dar un mejor golpe, o quién puede ser el más ridículo para esta ciudad de payasos.
Alicia Rojas

jueves, 23 de septiembre de 2010

Mi respuesta es: ninguna de las anteriores

Soy una ciudadana responsable. Creo que mi voto electoral es un derecho y un deber y que por eso debe ser pensado. Y sí, sí lo he pensado, repensado y analizado con las herramientas que los medios y el tiempo me han dado.

Primero, he visto los debates con papel y lapicero en mano. He apuntado las propuestas más concretas y con mayor contenido, he hecho una lista de los posibles candidatos por los que podría votar y por los que de ninguna manera votaría. Poco a poco mi lista se redujo a tres: Gonzalo Alegría, Luis Iberico y Susana Villarán.

Segundo, he visto los programas de televisión, desde el más conservador hasta el más “progresista”. He dejado mis prejuicios que me acompañaron durante toda mi niñez y todas aquellas ideas que mis padres, ambos de izquierda y ahora decepcionados con la política, me impartieron subliminalmente.

Tercero, he leído los periódicos, donde lamentablemente sólo Lulú y la Tía Susy se apoderan de los titulares. Y finalmente, he discutido con amigos, compañeros de clase, taxistas y otros conocidos sobre su voto electoral; o sea, me he dado el gusto de escuchar otros puntos de vista y claro, también me he ganado con rumores, chismes y falacias sobre los candidatos y sus partidos.

De la lista que hice con tres candidatos posibles -Alegría, Iberico y Villarán-, he escogido una cuarta opción; desde mi punto de vista, la más responsable. Este 3 de octubre no marcaré ningún cuadradito. Y como no quiero que algún vivo lo marque por mí después de haberme ido, escribiré “ninguna de las anteriores”.

Mi voto será viciado. Después de un análisis concienzudo de las propuestas y actitudes de cada candidato municipal, en mi opinión, ninguno se perfila como un líder con temple y con propuestas concretas, factibles e innovadoras.

Mi voto viciado no es darle la espalda a la política o levantar los hombros en señal de que no me importa. Mi voto viciado es mi derecho de decirle a los políticos y a la sociedad civil que ninguno de los candidatos me convence y que no me conformo con un “mal menor”.

Soy y seguiré siendo una ciudadana responsable. Y para aquellos que piensan que el votar viciado no sirve para nada, les digo lo siguiente: yo haré, sin darle mi voto a ninguno de los candidatos, lo que está dentro de mis manos para mejorar mi ciudad.  


Emily Espinoza Lewis

miércoles, 22 de septiembre de 2010

Poemas extensos


Carlos Oquendo de Amat nació en Puno en el año 1905. Tras la muerte de sus padres decide emigrar a Lima donde logra vincularse con el germen que da inicio al movimiento vanguardista peruano.

A los veintiún años, el poeta publica su obra maestra, cinco metros de poemas, de las más representativas del movimiento vanguardista. Este poemario no solamente se queda en el contenido poético, sino también explota la forma. El lector, al tener en sus manos dicho poemario, se topa con un gran papel de cinco metros de extensión en donde los poemas, a modo de film, muestran escenas de profundo contenido poético que se van mimetizando con el flujo de las ciudades cosmopolitas. La idea de la poesía navegando por todos los rincones de la ciudad, explorando cada extensión de las largas avenidas pobladas de gente.

 “Estos poemas inseguros como mi primer hablar dedico a mi madre”  es la dedicatoria que da inicio al poemario, frase que funciona de entrada a lo que vamos a experimentar a la hora de la lectura. Un mundo caótico rodeado de recursos lúdicos como caligramas que refieren muchas veces la forma de las ciudades, las palabras pasan a construir edificios de varios pisos. El poeta joven, su hablar inseguro, lúdico que presenta una suerte de delicadeza sensorial.

En el Cinco Metros fluctúan añoranzas del pasado del poeta en Puno como es el caso del poema “Aldeanita” en donde el poeta nos transmite la una imagen recurrente de lugares alejados del ajetreo del ruido citadino: Aldeanita de seda/ ataré mi corazón/ como una cinta a tus trenzas (…). También poemas de amor como es el caso de uno de ellos llamado “Poema” donde las imágenes rompen el estereotipo del “lugar común” y optan por danzar entre lo monstruoso y lo puramente lírico.

Si bien este poemario fue publicado en los años veinte del siglo pasado, a lo que menos nos remite es a escenas anacrónicas. Es una obra que toma vigencia en nuestra época y que nos debería instar a conocer a Carlos Oquendo de Amat como uno de los grandes animadores de la lírica peruana.

Daniel Sánchez Ortiz

viernes, 17 de septiembre de 2010

Sí, es otra tonta película de vampiros

Ya estrenaron en Lima la patética parodia de la saga de Stephanie Meyer. Para quienes aún no hayan oído hablar de ella, es la escritora estadounidense que puso de moda una vez más a los vampiros y licántropos, a los amores imposibles y a los adolescentes incomprendidos. Autora de grandes éxitos de ventas como Crepúsculo, Luna Nueva, Eclipse y Amanecer, Stephanie Meyer alcanzó renombre internacional con las versiones cinematográficas de sus obras.
Actualmente, se han estrenado con un espectacular éxito de taquilla en todo el mundo, más de 2 billones de dólares en total, tres de las cuatro películas que narran la historia de amor de Bella, Edward y Jacob, correspondientes a cada una de sus novelas. Un triángulo amoroso que ha causado un furor en los adolescentes, y en mayorcitos también, que por supuesto ha sido aprovechado colosalmente por el estudio Summit Entertainment, encargado de llevar la ficción a la gran pantalla y máximo beneficiado con las ganancias.   
La historia, en el cine, trata de una joven de preparatoria que se muda una temporada con su padre al pueblo de Forks, al norte de Estados Unidos. Lugar en el cual desequilibrará a más de uno. El primero  de ellos es su mejor amigo de la infancia, Jacob Black, perteneciente a una tribu de indios americanos Quileute, protectores de los bosques y de la naturaleza viva. El segundo es su enigmático compañero de escuela, Edward Cullen, quien pertenece a una numerosa y respetada familia del lugar.
Ambos muchachos se repelen por razones que trascienden al amor que sienten por Bella, Isabella Swan, la protagonista de la historia. Son enemigos naturales, Jacob es un licántropo y Edward es un regenerado vampiro vegetariano. Conviven cerca por una cuestión diplomática, pero más allá de eso cada uno representa valores antagónicos, uno es vehemente, libre, fuerte y alegre; el otro es delicado, taciturno, tradicional y hermoso. La obra trata de la pugna entre ellos por Bella y de angustia de ambos ante su decisión de convertirse en vampiresa.       
La saga literaria no es del todo desdeñable a pesar de caer en típicos clichés, empezando por el tema. No se puede decir lo mismo de las películas, que por el contrario muestran comportamientos y discursos altamente disforzados y huachafos en los protagonistas que difícilmente contribuyen a hacer verosímil la ficción. Son estas deficiencias de las que se valen los creadores de “No es otra tonta película de vampiros”, en la que satirizan esos momentos y acciones ridículas haciendo reír a quienes están hartos de tanto patetismo tragicómico.
Desgraciadamente, esta entrega es aún más mediocre que las tres cintas de Crepúsculo juntas. La gracia de este corto resumen, 80 min, de la hasta ahora trilogía cinematográfica, radica básicamente en los golpes. Las situaciones románticas entre los protagonistas son transformadas sistemáticamente en momentos violentos y embarazosos sin ton ni son. Al mismo estilo de sus predecesoras “No es una tonta película americana”, “No es una tonta película de amor”, “No es una tonta película épica” y demás, esta es también una comedia bastante ligera y simplona, cuyo éxito radica en que un grupo de adolescentes tengan una excusa para ir al cine, reírse en voz alta, hablar en las salas, echarse canchita unos a otros y básicamente ser ellos mismos los artífices de su propia diversión, y no la película. En estos días, no cabe duda de que cualquier representación trivial puede ser un buen negocio. (*Tabatha Grajeda)        

jueves, 16 de septiembre de 2010

Declaraciones poco humanas

Parece que hay gente que sigue pensando que las matanzas cometidas por efectivos militares y paramilitares contra la población civil durante el conflicto armado interno no son crímenes de lesa humanidad.

En este grupo se incluye a nuestro ex ministro de Defensa, Rafael Rey, quien fue invitado a Prensa Libre para dar sus declaraciones acerca de la derogación del Decreto Legislativo 1097 y quien dijo, con mucha convicción, que la matanza extrajudicial de Putis no fue un crimen contra los derechos humanos.

¿Qué es un crimen de lesa humanidad? Rafael Rey lo sabe y aquí parafraseo lo que él bien dijo por televisión el día de ayer. Según el Tratado Romano los crímenes de lesa humanidad reúnen cuatro condiciones para ser calificados como tales: que formen parte de ataques sistemáticos y generalizados, que estén dirigidos contra sobre población civil, que se realicen con conocimiento de ser parte de ese ataque sistemático y generalizado y que sean cometidos por razones étnicas, raciales, religiosas, culturales, nacionalistas o políticas.

Entonces, a diferencia de lo declarado por Rafael Rey y lo creído por muchas personas en nuestro país, el caso Putis sí es un crimen de lesa humanidad. Y aunque, sospechosamente, todavía no se sepan quiénes fueron los perpetradores porque sólo se conocen sus apelativos, este caso ha sido investigado y confirmado por la Comisión de la Verdad como una matanza a sangre fría y extrajudicial.

El “Teniente Lalo”, “Oficial Bareta”, “Comandante Oscar” y “Capitán Cuervo”, perpetradores de la matanza en Putis, cometieron un crimen que fue, es y será imprescriptible.

El crimen

En diciembre de 1984, debido a que las acciones subversivas por parte del Partido Comunista Peruano Sendero Luminoso aumentaron, se instalaron bases militares en la localidad de Putis, provincia de Huanta.

Los militares de esas bases convencieron a los pobladores de la localidad a que se instalen en las zonas más bajas, bajo la promesa de brindarles mayor protección contra las acciones subversivas y sus accionistas. Les dijeron que construirían viviendas y una piscigranja para sostenerse económicamente. Los comuneros entonces aceptaron, juntaron sus pertenencias, bajaron de los cerros y fueron recibidos por los militares muy “amablemente”.

Al día siguiente, los comuneros varones empezaron a cavar una poza bajo órdenes de los que decían ser sus defensores frente a la violencia. Sin embargo, la cínica amabilidad de los militares se había esfumado. Ahora, ellos apuntaban a los comuneros con armas. Estos últimos no tuvieron otra opción que continuar cavando.

Cuando terminaron de cavar dos fosas -la más grande de ocho metros de largo por cuatro de ancho y la otra, de cuatro por dos-, los militares los reunieron alrededor de ellas junto a sus mujeres e hijos. En ese momento abrieron fuego, disparándoles a matar. Luego, los enterraron con tierra y piedras.

Las razones

Según los testimonios de los sobrevivientes, los pobladores varones habían escuchado la noche anterior que los militares separaron a las jóvenes de alrededor de 15 años de edad y que ellas, a la mañana siguiente, contaron que habían sido violadas sexualmente.

Probablemente los militares sabían que los comuneros estaban al tanto de las violaciones y que no iban a seguir las órdenes de cavar los pozos porque sabían ya que todo era un engaño.

Sin embargo, según la investigación realizada por la CVR, hubo dos razones más por las que los militares asesinaron a estos pobladores. Primero, se sabe que tenían la errónea sospecha de que los comuneros eran parte de la subversión. Y segundo, querían apoderarse del ganado de los comuneros para luego comercializarlo en Marccaraccay, una comunidad vecina a Putis.



Las declaraciones que dio el ex ministro Rafael Rey son reflejo de la poca humanidad que tienen algunas personas. A ellas, solamente puedo decirles que hay que informarse más sobre estos casos pero sobre todo, hay que sentirlos. Las víctimas todavía están presentes.

Emily Espinoza Lewis

El nivel de la programación de la TV nacional

El nivel de los programas en la TV peruana y sus ratings

Cuando prendemos la TV y revisamos que es lo que hay en la bandeja de programas de señal abierta, muchos se horrorizan con lo que encuentran. Programas baratos, mediocres, en donde la chabacanería y el mal gusto de los diálogos son los que priman. Nos hemos acostumbrado a estereotipar personajes y ridiculizarlos. Ejemplos de estos hay muchos, sin tener que hablar de programas específicos, constantemente vemos que se suele exaltar de forma exagerada a personajes homosexuales, serranos, cholos, negros, etc. 

La pregunta de todos es por qué. Y la respuesta constante es porque tienen rating. Sin ninguna duda, esto es cierto. Los programas en el Perú, para que se mantengan en la tele tienen que tener como mínimo 10 puntos de rating, más bajo que eso, durara muy poco tiempo. Claro está, que también depende mucho del horario en que se encuentre el programa en cuestión, no es lo mismo estar en el horario “clave” nocturno (6 PM a 10 PM) que al medio día. Para poner un ejemplo, los programas de mayor rating en el horario antes mencionado deben de estar cerca de los 20 puntos como mínimo para que los canales lo consideren viables.

¿Es necesario que para que los programas tengan éxito en nuestro país, sean realizados de esta forma? La verdad es que no lo creo. Sin embargo, son los grandes medios televisivos los que han acostumbrado al público a esto. El paladar de la audiencia sea ha vuelto burdo, la mayor parte de la gente, que no tiene televisión por cable, no espera nada en particular de los programas, simplemente consumen lo que les dan. Y como a estas grandes empresas de comunicaciones les va bien económicamente con lo que muestran, no encuentran ninguna necesidad de cambiar el plato.

Tampoco vamos a decir que  todos los programas que están en la tele nacional son del tipo que vengo recriminando. Hay algunos programas que buscan salir de esa categoría, principalmente miniseries o series de comedia. Sin embargo estos son la minoría.

Creo que es posible hacer cambiar esta visión de los programas a las grandes cadenas de televisión nacional, pero siempre y cuando haya un interés en cambiarlo por parte del público.

Una de las maneras para que la televisión nacional agarre un nivel superior al actual es dejar de consumir una serie de programas que lo único que producen es el hundimiento de esta misma. Hay que dejar de colaborar con las urracas, los Talk Shows de mala muerte, los noticieros en donde la sangre y la morbosidad es el plato fuerte. Quizás así podamos salir a flote de esta caída estrepitosa en que esta nuestra TV.


Sebastián Legaspi.

La caída de Lourdes

A casi veinte días de los comicios electorales, parece ser realidad que finalmente una mujer será alcalde de Lima. Existe gran expectativa, como siempre. Ha sido una campaña atípica en la que las preferencias del público han variado circunstancialmente. En un inicio la batalla se perfilaba entre Lourdes Flores y Alex Kouri. Susana Villarán quedaba relegada a un tercer o cuarto lugar, tal como era costumbre en sus anteriores intentos fallidos de llegar al poder. La figura de Kouri estaba relacionada a la de un político tradicional, con amplia experiencia en gestión municipal, aunque su pasado (ligado con la corrupción) le pasó factura. Entonces, todo hacía indicar que, finalmente, la tan sufrida Lourdes Flores, ganaría cómodamente esta contienda electoral, pero nuevamente los fantasmas del pasado aquejaron a la popular 'lulú'. Esta figura caricaturesca de niña ingenia cobró mucho más sentido conforme Susana Villarán se le acercaba en las encuestas a pasos agigantados.

Pero estaba claro que 'lulú' no iba a permitir un fracaso más. Entonces comenzó una guerra sucia cargada de chantajes morales, pero esto no dio resultado porque la tendencia en las encuestas eran claras: Lourdes bajaba, Susana subía. Pronto llegó el empate técnico e incluso Villarán logró superarla según algunas encuestadoras.

Aunque no quiera aceptarlo directamente, Lourdes sabía que una nueva derrota podía ocurrir, y tal vez, apelando a un sentimentalismo barato, declaró que “si hubiera una tercera derrota, mi rol en la vida política habría terminado", como para que el electorado le tenga un poco más de consideración.

Y no es que piense que Susana Villarán es una santa ni mucho menos. De hecho considero que hizo mal en aliarse con patria roja y demás grupos controversiales, pero pienso que más ha ganado callada, poniendo paños fríos a los pleitos en los que Lourdes buscaba meterla. Su imagen de pacifista y optimista parece reflejarse en su constante alza en las encuestas a poco menos de veinte días para el momento decisivo.

Ahora, un nuevo escándalo le tocó la puerta a la candidata del PPC-UN. Tras el audio que mostró Jaime Bayly en su programa El Francotirador, en donde se escucha una conversación entre Lourdes Flores y Xavier Barrón, en la que la lideresa de PPC-UN afirma que “la alcaldía de Lima le importa un comino”, la ha puesto en el ojo de la tormenta. Repito: quedan poco menos de tres semanas y quizás esta vez a Lourdes ya no le quede tiempo para librarse de tremendo embrollo.

Lourdes excusa sus declaraciones alegando haber estado ofuscada por la campaña de demolición de 60 días (como ella misma la llama) a su candidatura y culpa a la encuestadora Apoyo de manipular el sondeo (motivo de este ofuscamiento).

Me quedo con la sensación de que Lourdes se embarró sola, la fregó, y por más que ahora el vocero del PPC-UN, Jaime Salinas, diga que “para ella ese tema no existe”, y que Lourdes diga que "me alegra mucho que me hayan conocido como ser humano" (lo cual me parece una mentira que ni ella cree), pienso que seguramente este escándalo ayudará a consolidar la ventaja de Susana Villarán.

Mientras tanto, Susana Villarán busca calmar las aguas y, lógica y astutamente, rechaza esta práctica “fujimontesinista” e insiste en debatir con Lourdes. Finalmente todos sabemos que este escándalo beneficia a la candidata de Fuerza Social.

Lourdes pasa por el peor momento de su campaña, cuando falta tan poco para el momento crucial y tal vez ya no le quede tiempo para recuperarse de esta caída. Mientras Lourdes se desespera, Susana espera. Creo que su principal enemiga no fue Susana Villarán, sino su desesperación.



Ego Agurto V.

Enemigo interno: Buena dupla de Herzog y Cage


El aclamado y multifacético director alemán Werner Herzog vuelve a sorprendernos con el remake de la película “El teniente corrupto” de Abel Ferrara. Con algunas variantes de la película de 1992, Herzog logra desconcertar a la audiencia durante la mayor parte de la cinta al presentar elementos absurdos que cuestionan al observador minucioso y le dan una tónica un poco surrealista a la historia.
La trama gira en torno a Terence McDonough (Nicolas Cage), un policía estadounidense promedio de New Orleans que vive la experiencia del huracán Katrina al rescatar a un preso en una cárcel inundada. Hecho que le mereció un ascenso en su carrera y un trauma en la columna que lo induciría al abuso de sustancias un año más tarde.
El caso de un asesinato brutal a una familia africana es el detonante para que un hombre que inició su labor de manera limpia y sencilla termine enlodándose en una red de narcotráfico, saboteando a su propio departamento y atropellando los derechos de ciudadanos comunes para satisfacer su adicción y pagar deudas que le pisaban los talones.  
En medio de esta vorágine sin control, su familia, su “pareja” (una prostituta interpretada por Eva Mendes), y sobre todo la impotencia de no poder solucionar el caso lo empujan más aún a un estrés que linda con la locura. Sin embargo, esta obra tiene un final poco usual y que conlleva a redondear una historia cargada de extravagancias que, en palabras de un espectador “solo podrían estar presentes en el mundo de un drogadicto”.  
Los referentes como el uso del Vicodin como analgésico que genera adicción y tolerancia, nos remiten irremediablemente en estos días a la serie Dr. House, y a otras historias que podrían caer en lo cliché. Sin embargo, este punto no desmerece en absoluto el trabajo de Herzog, quien presenta una obra entretenida, a través de la cual Cage logra establecer un  vínculo con el espectador, una especie de complicidad, que con el apoyo de la dirección de Herzog permite al espectador experimentar sensaciones que vive el protagonista.  (*Tabatha Grajeda)
  

Ficha Técnica
Título: Enemigo interno
Título original: Bad Lieutenant: Port of Call New Orleans
Dirección: Werner Herzog
País: Estados Unidos
Año: 2009
Duración: 122 min.
Género: Criminal, Drama
Calificación: No recomendada para menores de 18 años
Reparto: Nicolas Cage, Val Kilmer, Eva Mendes.

Los cinco dedos de El salmón

O qué es lo que sucede cuando se elimina el filtro

 
En el año 2000, el músico argentino Andrés Calamaro optó por la negligencia. Se burló de la crítica, de los sacrosantos valores de la música popular y de sí mismo, y publicó un álbum de cinco discos al que llamó El salmón. Ciento tres canciones compuestas, o escupidas, en el periodo más prolífico y terrible de su carrera musical. Periodo que solo duró siete meses y le costó la reputación, la fama y el mito de poeta maldito en torno a su cabellera. Periodo que le costó la genialidad.   

Calamaro dejó de ser el músico que alcanzó la ansiada madurez con “Honestidad brutal”, álbum que antecedió a “El salmón”. Nada podía desterrarlo de la escoria, del verso fácil, de la canción tristemente inmediata. Su nombre jamás volvería a ser escrito junto al de Charly o el de Spinetta. Y es que el público lo despedazó y la crítica se meó encima de su cadáver.  De nada le sirvió ser el salmón, el contracorriente, el temerario.  Su coraje, como a Túpac Amaru, lo dejó sin extremidades.  
Pero el arte jamás se definió a partir del hermetismo del cerebro de un crítico, o de dos, o de tres. Sino preguntémosle a Duchamp y a su urinario, a Warhol y a su lata de sopa.  El arte no cree en principios estáticos, en estéticas absolutas. El arte es el artista, su subjetividad, la efervescencia de su cuerpo vulnerado. Calamaro, con “El salmón”, reivindica esa única certeza en el arte, ese único estático fundamento. El músico argentino, el artista, decidió eliminar el filtro, la barrera que le impedía tatuar su sistema nervioso en el pentagrama. Calamaro se derramó.
Desapareció la distancia entre su piano y su catarsis creativa. Las canciones de “El salmón” comparten la virtud emblema de todo arte superior: la honestidad brutal. En su sonido no hay rastros de “radiofórmulas”, de respeto por las nociones básicas de estructuración armónica. En su sonido sólo hay vómito tras vómito, tras vómito. Y es por esto, y no porque sea quíntuple, que el álbum conforma un hito dentro de la industria musical. Una atípica, incomprendida, genial excepción.
Pero a pesar de que Calamaro conocía bien esta situación, y repitió hasta el cansancio que “El salmón” era su mejor álbum, decidió regresar de la locura. Dejó atrás las interpretaciones viscerales, las melodías incoherentes, la libre improvisación encima de siete acordes. Y los estadios llenos regresaron, y la zalamería de la crítica, y la odiada comprensión. Pero no se trata, pues, de un regreso resignado. No hubo fracaso ni negación en la decisión de volver. Calamaro entiende que “El salmón” es un animal difícil de digerir. Y por eso ahora sólo espera, con la cordura que solo la locura otorga. Ya la historia celebrará su actitud contracorriente.


Rollin Cafferata Thorne

¿La nueva pepita de oro?

Uno de los principales problemas de nuestra ciudad que sale a flote durante las campañas municipales, es el dilema de que hacer con la basura que producimos. En todo el país, se produce alrededor de 22 000 toneladas de residuos sólidos, mientras que Lima es responsable de 8 900 toneladas. En la capital, estos desechos se distribuyen en los rellenos sanitarios autorizados, que lamentablemente son solo cuatro, y en clandestinos, que llegan a la cifra de 27.

¿Qué hacer con tanta basura? Brasil ha implementado un sistema organizado que convierte la basura en una nueva fuente de ingresos, tanto para el beneficio del país, como para el de cada ciudadano. En algunas localidades de dicho país, se empezó a intercambiar reducciones en los recibos de luz, por basura. Así se creo un interés en el ciudadano y una conciencia que apunta al reciclaje como fuente de ingresos. Más de 26 000 dólares se han ahorrado en solo cuatro meses, y 2000 familias salieron beneficiadas.

Con este nuevo sistema colaborativo, también es posible la obtención de bonos de carbono, que equivalen a una tonelada d dióxido de carbono, y son vendidos a países altamente contaminantes para reducir el gas invernadero. De esta forma se obliga a los países contaminantes a pagar por su delito y los que no contaminan son recompensados con incentivos económicos.

En el Perú, las dos candidatas preferidas para las elecciones municipales, tienen puntos en común con respecto al tema de los residuos sólidos, sin embargo las propuestas no están bien estructuradas ni planteadas a largo plazo. Por su lado, Susana Villarán, propone reducir la informalidad y como consecuencia el problema del exceso de basura. Para ella, el factor humano es esencial, igual que nuestro vecino país, sin embargo la estrategia de trabajar directamente con los recicladores y formalizarlos sin ayuda de la empresa privada y de las instituciones internacionales, no la llevará a ningún resultado claramente visible. Tampoco da solución a los vertederos informales.

Por su parte, Lourdes Flores, la tiene mas clara. Ella si menciona la intervención de organismos internacionales y de los bonos de carbono. Plantea primero concientizar a las familias en una tarea de reciclaje que consiste en separar residuos orgánicos de inorgánicos y luego una inversión privada que puede asemejar a la de Brasil con la energía eléctrica. Sin embargo, este problema de gran envergadura, no es profundizado ni debatido como se mereciera. Hay que planificar para la eficacia de los proyectos y para su adecuada utilización y distribución entre los ciudadanos.

La contaminación es un problema que nos perjudica a todos directamente, los residuos sólidos contaminan el agua e intoxican el ambiente con los gases de dióxido de carbono. Es de vital importancia, que nuestros líderes políticos planteen objetivos concretos y viables para su adecuada resolución.
Gabriela Chiappe

miércoles, 15 de septiembre de 2010

Asia, el mundo plástico

“Se ven las caras, pero nunca el corazón” (Ruben Blades, plástico)

El texto de Marshall Bergman “El modernismo del subdesarrollo” expone las diversas contradicciones de la ciudad rusa de San Petesburgo con respecto a su querer entrar al mundo moderno europeo del siglo XIX. Bergman centra su relato en la avenida Nevsky, calle majestuosa y eje del cambio de San Petesburgo; en donde las mayores reformas de la ciudad aparecen con fastuosidad y máxima elegancia. La sociedad petersburguesa sale a la luz cuando transita por esta calle y la recorre, de un lado a otro. La ciudad, con más irrealidad que realidad, vive el sueño idílico que los zares les han propuesto. Todos terminan inmersos en el desarrollo aparente y la hipocresía se toma como verdadera.

Esta visión, que expone claramente Bergman en su texto, puede ser revalorizada y redescubierta en el mundo moderno. Países que son aun del llamado “tercer mundo” pueden tener su propia calle nevsky y mostrar un falso paraíso. El boulevard de Asia, aquel “oasis” de diversión que se encuentra a 97 kilómetros de Lima, parece ser un claro ejemplo.

El boulevard tomo vuelo en el nuevo siglo y es ahora el lugar predilecto para que los jóvenes limeños se diviertan. La calle nevsky adopta ahora una visión más juvenil, pero no por esto menos representativa de nuestra sociedad. Los chicos y chicas caminan, conversan de “a quien vieron por ahí” y desean representarse como sujetos malos, “cancheros” que se conocen todas las movidas. He aquí el primer signo de contradicción: El aparentar, el pretender ser algo que no eres por estar en un sitio predeterminado. Jóvenes de bajas clases socioeconómicas ven Asia como un “querer ser”, como un sitio en donde uno cobra más relevancia y adquiere un nuevo status. El boulevard adquiere así otro nivel, intrínseco y factico, que lo hace relevante a los ojos de todos nosotros.

¿Estos son pasos de desarrollo? No. Esto es vivir en un mundo que no corresponde y probablemente nunca corresponda en una sociedad como la nuestra. Esos son los peligros de un afán modernista popular dentro de un contexto diferente. Se puede sentir la extrañeza dentro de lo más perfecto. Todas las personas poseen la opción de la decisión versus la presión social, del elegir o no hacerlo. Se estará dando un paso adelante cuando los jóvenes logren decir lo que dijo alguna vez Barletby, el escribiente: “Prefiero no hacerlo”.

Disculpen si he generalizado mucho a los jóvenes que asisten a Asia. No todos son así y hay algunos que van por el simple hecho de pasar un buen rato con sus amigos de verdad. Lo que yo critico es la falta de conciencia, la irrealidad de algunos jóvenes y la pérdida de sentido que nos trae el modernismo del subdesarrollo.

Javier Wong

México y el bicentenario. Ocurrió un 16 de setiembre


2010 es el año de celebración del bicentenario de independencia de algunos países latinoamericanos. Argentina, Chile, Colombia, Venezuela y México conmemoran este año el grito de independencia, la primera junta de gobierno o el primer paso que se dio para hacer de la libertad, la firme promesa del futuro.
En México sucede algo particular: Se cumplen 200 años del Grito de Dolores y se cuentan 100 años desde que la Revolución Mexicana se hizo realidad con Madero, Orozco, Emiliano Zapata y Doroteo Arango, “gorra chueca” para los amigos y Pancho Villa para la memoria del tiempo.
¿200, 100 años de qué? cuestionan los mexicanos. Contar los años es cosa sencilla, pero aún hay cabos sin atar respecto a la historia revolucionaria e independencia de México. Los años contados son una realidad a medias.
Hoy, Villa y Zapata son utilizados por el estado para lograr la cohesión nacional. “Perdimos, Zapata y Villa eran los nuestros, la revolución no ha terminado”

Las desigualdades que siguen marcando a la sociedad mexicana, tanto en el campo como en la ciudad, han provocado el regreso a las ideas de Zapata. Generando nuevos movimientos rebeldes como el Ejército Zapatista de Liberación Nacional [EZLN] en Chiapas.

Por las carreteras se leen carteles Ruta 2010 que, se supone, indican el camino por donde pasaron los héroes de la Independencia, de la Revolución. Hay viajes organizados por la Secretaría de Turismo, dependiendo de tus gustos. Puedes ir por la ruta de las fuerzas del sur o del norte. Me pregunto, cuántos mexicanos tendrán la posibilidad [económica] de llevar a la familia en estos tours históricos, ¿Tendrán ganas?

Pienso que Durango, Chihuahua deberían estar de fiesta. Si nos ponemos del lado de los festejos, fue en estos lugares donde se vivió gran parte de las batallas de la revolución. Por las calles se respiran aromas a lucha. Sí, luchas que cada día se registran en El Paso, en las calles de Ciudad Juárez que tiene como protagonistas y caídos a mexicanos.

Paco Ignacio Taibo II afirma que en México [y en la franja de Estados Unidos, donde Pancho Villa sigue siendo objeto de  intensa curiosidad] todo es memoria. “…y la memoria no es otra cosa que una rabia mezcla del eco del olvido involuntario y el recuerdo que persiste en regresar. Los jirones de esta historia aparecen y desaparecen en millares de esquinas a lo largo de los años, escondidos o casi, como pidiendo permiso para volver a ser, para ser contados”

Tenemos la necesidad de recordar que fuimos [que somos] libres. Que fuimos valientes, que luchamos por algo justo y que fuimos escuchados frente a todo.

Hoy, México es preso de la violencia, del narcotráfico, de la migración. Se recuerda la lucha contra los españoles, contra Maximiliano, las luchas de la revolución y la lucha interminable de hoy, de cada día.

Eduardo del Río García [Rius Monero] afirma que México siempre ha sido gobernado por los grupos de poder.
Esta vez nos sorprende con su nueva publicación “Ni independencia, ni revolución” y manifiesta “Maximiliano era más liberal que Juárez y se interesó más por los indios que Juárez. Solo que llegó al país donde nadie lo esperaba y nadie lo quería. Maximiliano siempre cae bien”
México explotará fuegos artificiales el 16 de setiembre. El 20 de noviembre recordarán a Madero y el llamado a la Revolución. El Zócalo será tomado por Calderón, gobernadores y diputados. Se servirá una gran cena, se entregarán premios entre ellos, se repartirán honores.
Recordarán a Morelos, a Benito Juárez. Elogiarán a Pancho Villa, hablarán del Tri [selección mexicana] de las piernas de Elsa Benitez y de la cápsula del tiempo 2010 ¿acaso colocarán ahí los nombres de todos los asesinados, de quienes fueron víctimas de la ineficiencia del Gobierno del PAN 2010?
El grito de independencia fue encabezado por Calderón. Mientras, los gritos de dolor, los videos clandestinos de periodistas secuestrados, los levantamientos en Oaxaca, los asesinatos en Chiapas, Ciudad Juárez y el SB1070 seguirán ahí, en el anonimato, fuera de la agenda presidencial.
Para el otro mes, para el otro año, para la siguiente gestión ¿para cuándo? Las madres seguirán sin entender cómo fueron asesinados chicos de 18, 19 años durante una fiesta en Ciudad Juárez. La mujer que perdió a su hijo en esa matanza y que fue capaz de enfrentar, cara a cara al presidente, seguirá preguntándose ¿hasta cuándo? colocando a la justicia en un terreno remoto, casi invisible.
Calderón seguirá saliendo a correr, resguardado, por los jardines de Los Pinos. ¿Quién resguarda a los 104 millones de mexicanos? Que empiece la celebración.

Alicia Rojas

miércoles, 8 de septiembre de 2010

Educación y pasiones electorales.


Hace 12 años, mi mamá me mandaba a dormir a las 8 de la noche. Los viernes me daba licencia para ver televisión con ella hasta las 10 de la noche o para jugar Nintendo con mi hermano. Me quedaba con el buzo del colegio hasta las 5 de la tarde y jugaba con mis amigas a “la cocinita” con las flores del jardín trasero.
El movimiento en la capital por las noches es irregular. Bajo el oscuro cielo limeño se esconde diversión, música, alcohol, forajidos, dolor, algarabía, tensión, desconcierto, furor y despreocupación. Mientras, los nadie, recordando a Galeano, buscan entre las esquinas unas cuentas monedas para embolsillar.
La ruta para regresar a casa es larga, cerca de una hora. Con los audífonos puestos, miro por la ventana del bus la gran capital en movimiento. La misma que se refleja en los ojos de un niño de 10 años [o menos]. Con medio cuerpo fuera, el niño no hace sumas de escuela, cuenta monedas durante la luz roja. Su padre le da instrucciones, el niño baja y empieza a vocear unas cuantas avenidas.
El frío entumece los huesos y las manos se hacen largos cubos de hielo. En las calles hay demasiados carteles con rostros de un montón de personas, de las que seguro solo la mitad son conocidos.   
El sistema educativo en Lima es precario a leguas de distancia. No es que el esfuerzo por impulsar la educación sea en vano, no es suficiente. El plan de gobierno de las dos candidatas con más fuerza en Lima, además de estar cargados de pasionismos, confluyen en la necesidad de mayor inversión en el sector educación.
El Ministerio de Educación, para la región de Lima Metropolitana, maneja el mayor presupuesto educativo del país. ¿Qué sucede? Las aristas del problema se sientan en corrupción [donde el SUTEP, más que una fortaleza, representa una tara en el sistema educativo], falta de compromiso con el sector [revisar aspectos de competencia educativa] y docentes mal pagados.
La competencia es cada vez más fuerte y el referente educativo en Lima, en el Perú, no es óptimo. En el marco de una mejor educación, inclusiva y con planes curriculares coherentes, aparece la propuesta de calidad e inclusión planteada por Villarán y Flores.
La ciudad juega como escenario para nuestra construcción como ciudadanos. La apuesta por un “ciudad educadora” está presente en el proyecto educativo de las dos candidatas. Fuerza Social, aspira una ciudad que eduque, Unidad Nacional espera que la educación se refleje en los espacios públicos.

Para lograrlo, no basta con la educación escolar. Para combatir la pobreza educativa, hay que combatir los vicios y la delincuencia que nace de ellos. Lima necesita consolidarse como una ciudad modelo [y no solo moderna]. Para lograrlo, hay que mover muchas piezas del dominó.

“En especial para los sectores populares de Lima. En ese marco global se prioriza la atención a la infancia, la conclusión de la secundaria con la incorporación de la masiva educación privada al plan público; la ampliación presupuestal” La ciudad educadora, de la que habla Susana Villarán, juega un rol central en la educación de los jóvenes, de la población que llamamos “el futuro de la nación”, donde la escuela es fundamental para los cimientos educativos.

Ad portas de las elecciones municipales, Fuerza Social propone inclusión, calidad educativa, generación de espacios y pluralidad en la enseñanza. Unidad Nacional, actitud, motivación y decisión, aterrizar en normas educativas eficientes, contrarrestar el atraso educativo y motivación docente.

La apuesta por actitudes emprendedoras es el referente principal para empezar un cambio educativo. Educación para el desarrollo de nuestra ciudad, donde Lima funcione como referente educativo.
La ciudad moderna no se rige por grandes edificios ni por frívolos palacios de cristal. Solo cuando no veamos más niños trabajando en cada esquina por unos cuantos soles, podremos hablar de una Lima moderna y con planes de crecimiento claros.
Entre tanta modernidad, encontrar niños lejos de los libros habla del deficiente sistema educativo que impera en la ciudad de Lima.  El problema educativo no se mejora pegando curitas entre planes de gobierno idealizados.
Alicia Rojas

jueves, 2 de septiembre de 2010

A propósito del fútbol: la historia se repite

A pocos días del estreno de la nueva selección nacional, una nueva oportunidad se presenta. Entrenador nuevo, sangre nueva, compromiso, lecciones aprendidas: la expectativa comienza a crecer, las diferencias de todo tipo se olvidan y el sueño de uno es el sueño de todos; pero las frases que hoy se escuchan parecen ser las mismas de hace cinco y diez años.


Probablemente el fútbol sea el único medio para unir a nuestro país, un país urgido de triunfos y que de a pocos se va acostumbrado a los relatos de las viejas glorias del balompié nacional. Los jóvenes siguen confiando en una generación que no ha dado ninguna satisfacción; no obstante siempre está presente el sentimiento masoquista de luchar por una causa aparentemente perdida. Total, un golpe más no hace la diferencia.

Sin embargo, cada eliminatoria es lo mismo. Todos los peruanos nos llenamos de ilusión, creemos que esta vez será diferente. Otros, más escépticos, creen que es imposible acabar con el maleficio de casi tres décadas sin clasificar a la máxima competición del fútbol, de no existir a nivel mundial. Nadie discute nuestra realidad, pero momentáneamente esta resignación se disfraza de ilusión.

A veces tener un perfil bajo es mejor que crear tantas expectativas pues ya conocemos que esto no da resultado, pero hacer que un fanático entienda esto es imposible, pues para ellos cualquier detalle aumenta su ánimo, por ejemplo ahora ponen toda su confianza en un técnico extranjero con experiencia; sin embargo, así como ahora, antes se confió en un técnico peruano, joven. Así se puede ir retrocediendo para mostrar que el inicio siempre es el mismo y el final, también: la ilusión lleva a la decepción

Ojala esta vez no sea lo mismo, para bien de todos. No hay duda que el técnico tendrá que hacer honor a su apelativo de ´mago´ y hacer un truco para que esta novela no tenga el clásico final. Ya basta de sufrir y de jugar con una hinchada fiel que no encuentra consuelo.


Ego Agurto V.

Olaya Sound System


Nadando en una fusión de géneros tropicales


Hace unas semanas me daba mi usual paseo nocturno por las calles barranquinas en busca de algún evento que me hiciera pasar el rato, que me hiciera olvidar por un momento las barbaridades que vemos a diario, algo que simplemente me permitiera desconectarme de lo que diariamente vivimos en nuestra ciudad, hambre, injusticas, robos, etc. En mi búsqueda por esto, me di con la sorpresa de que en una de las discotecas, una banda, con un nombre muy particular, Olaya Sound System, presentaba su disco debut “Nadar en el cemento”. Cuando digo particular, me refiero a que no solemos encontrar bandas musicales que utilicen a héroes nacionales como referencia principal.

Ingresé al local y la banda ya estaba sobre el escenario y se disponía a empezar. Me llamó la atención la cantidad de gente que habían reunido en el bar, siendo un día jueves, y me pedí una cerveza para disfrutar del concierto.

La música empezó a sonar suavemente, un Dub instrumental, género proveniente del reggae jamaiquino de los años 70, inundo mis oídos, provocando tanto en mí, como en los demás asistentes una absoluta atención. La música había cautivado a buena parte de los asistentes, y las letras de las canciones siguientes al dub, pretendían enviar un mensaje de libertad, armonia, unión y paz para todos.

Este mensaje fluía a través de una serie de géneros musicales, como el reggae, la salsa, el dub, el dancehall, el ragga. La mezcla de percusiones, guitarras, bajo, sintetizadores y batería le daban vida a cada uno de estos géneros.

El concierto terminó entrando al submundo de la cumbia, las guitarras clásicas chicheras, al estilo de Enrique Delgado, guitarrista de Los Destellos y probablemente el máximo exponente de la chicha peruana, nos indicaba que era momento de mover el cuerpo, de gozar y sudar hasta la última gota, sumergiéndonos en uno de los géneros más importantes de nuestra sociedad.

El evento culminó y hubo algunas cosas que me quedaron en la cabeza. La primera fue que las bandas nacionales están creando una fusión entre distintos estilos musicales, provocando una nueva movida cultural que tiene mucho futuro y que cada ves reúne más adeptos. Otra cosa importante, es el peso que la cumbia y la chicha está teniendo en los jóvenes de hoy, es notoria la aceptación por parte ellos y muy interesante la forma que en que distintas bandas han empezado a fusionarla. Incluso está entrando al mundo de la música electrónica.

Al igual que nuestro héroe nacional chorrillano, quien murió enviando mensajes de libertad durante la ocupación española en el país, Olaya Sound System estará siempre en el escenario tratando de que su mensaje llegue lo más lejos posible. Eso sí, siempre haciéndote bailar…

Problemas ignorados: control de natalidad y muerte materna

En un clima de intenso “debate” político, de dimes y diretes entre los candidatos para las alcaldías y de escándalos sobre funcionarios corruptos y demagogos, hay muchos temas de suma importancia que se están dejando de lado.

Me entristece y frustra leer los periódicos, ver los noticieros y escuchar los mismos comentarios sobre los mismos temas políticos, mientras que hay tantas preguntas y problemas que la sociedad busca responder y solucionar. Uno de estos problemas que afecta a la sociedad peruana es la indiferencia por parte de los políticos, funcionarios del Estado y medios de comunicación frente al control de la natalidad y la muerte de madres gestantes.

Como líderes que buscan el desarrollo de nuestro país a través de políticas eficaces, ¿qué deberían saber? Les resumo esta problemática entorno al control de natalidad y muerte materna en tres afirmaciones que con suerte leerán.

Primero, afirmo que en el Perú salir embarazada es un riesgo inminente para la mayoría de las mujeres; segundo, que la legalización del aborto es un tema que debe ser tratado ahora mismo y de manera científica; finalmente, que la información y las estrategias sobre planificación familiar deben ser descentralizadas y masivas.

Con respecto a la primera afirmación, sería importante que los actores del acontecer político-mediático sepan, por ejemplo, que el Perú es el tercer país de Latinoamérica que presenta la mayor tasa de mortalidad materna. Según el Ministerio de Salud, hay 185 muertes de madres gestantes por cada 100 mil nacidos vivos; o sea que, por cada millón de bebés nacidos, mil 850 de ellos quedan huérfanos de madre.

Las causas de mortalidad materna son las complicaciones durante la gestación, causadas a su vez, por la falta de servicios de salud, información y políticas de planificación familiar. Esto nos lleva a la segunda afirmación que apela a la urgencia del debate sobre la legalización del aborto en el país.

El seis por ciento de las causas de mortalidad materna es el aborto inducido; porcentaje que no toma en cuenta que la intención de abortar puede ser la causa de otras complicaciones como las hemorragias e infecciones (41 y 6 por ciento de las causas de muerte, respectivamente). “Se estima que en el Perú se producen cada año 352 mil abortos inducidos, según un estudio realizado en el 2001 por Delicia Ferrando (Centro de Flora Tristán y Pathfinder International”, acota un artículo del Centro Flora Tristán. Este artículo además afirma que “la criminalización del aborto no desalentó (su) práctica, sino más bien tuvo el efecto de hacer el proceso más inseguro y peligroso para las mujeres”.

Sí, es verdad que la legalización del aborto no es la única y mejor solución para el control de natalidad, pero es definitivamente un tema a tratar. El otro tema es la descentralización y masificación de información y estrategias para la planificación familiar, tema que corresponde a la tercera afirmación.

¿Cómo es posible que la venta de pastillas anticonceptivas se concentre con un 80 por ciento en la capital de nuestro país? Este dato, señalado por Bayer HealthCare, demuestra que la planificación familiar a través de anticonceptivos no está masificada en el país. Otro tipo de estrategias importantes que deberían ser masificadas son la impartición de cursos de educación sexual en los colegios y la elaboración de campañas de información en zonas rurales y urbanas.

El control de la natalidad y la muerte de madres gestantes constituyen uno de los tantos problemas que afectan a la sociedad peruana y que no son tratados en los debates políticos y mediáticos. Estamos hartos de su vergonzoso e inútil “debate”. Queremos escuchar información nueva y estrategias innovadoras que busquen solucionar los problemas de nuestro país.

Emily Espinoza Lewis

¿Voto responsable?

Prendo el televisor a las diez de la noche, sintonizo el noticiero del canal cuatro, y un huaico de información sobre los candidatos a la alcaldía de Lima me arrastra durante una hora. Cojo el control remoto y cambio de canal: un plano medio de Alex Kouri me regresa a la furia del río de tierra. No hay nada que pueda hacer, las elecciones municipales se avecinan. De pronto, siento que mis principios se vienen abajo cuando comienzo a extrañar la televisión basura de Beto Ortiz.

Subo a mi cuarto y, antes de dormir, prendo la laptop para revisar mi correo. Encuentro la bandeja llena de notificaciones de facebook. Su contenido es predecible: invitaciones a formar parte del grupo de Susana Villarán, mensajes que contienen párrafos enteros sustraídos del plan de gobierno de Lourdes Flores y hasta comentarios en mi “muro” de amigos que me recuerdan que Humberto Lay también existe. Es curioso, sin embargo, descubrir que los amigos que me escriben siempre son los mismos. Los cinco gatos de siempre.

A mí no me importa la política. Y en épocas electorales me jode. Pero más me jode la pesadumbre moral de informarme, de saber quién postula y qué propone. Odio sentirme un elector irresponsable. Y ahora sé cuántas veces Fernando Andrade va al baño a diario, o cómo se ve Lourdes en traje de baño. Los medios me contaminan. Pero también me iluminan. Es decir, la mediatizada corrupción de Kouri ha logrado desterrarlo de mis preferencias políticas y las propuestas de Villarán crean en mí una suerte de esperanza razonada. La verdad no me hace libre, pero al menos me hace consciente. Y eso me basta.

Resulta razonable, entonces, aseverar que la política está de moda. Ha sido el tema favorito de todo programa televisivo y radial en los últimos cinco meses, además de haber invadido la internet. Pero ¿De verdad lo está? ¿Es decir, con toda la atención de los medios dedicada a los candidatos y a la contienda electoral, la gente se muestra, de repente, interesada en la política? ¿Realmente le interesa saber quién administrará el dinero proveniente del pago de sus impuestos? No, no y no.

A la gente le importa un bledo la política. Escuchan a Susana Villarán en el programa de Bayley y les basta y sobra con que les caiga bien. Nadie, en lo absoluto, se interesa en saber qué propone cada candidato. Los medios, a pesar de dedicarse a embarrar de información nuestros cerebros, no cuentan con la eficacia para promover un voto responsable. Bien lo demuestra un informe preparado por la página web de El Comercio: Alumnos de la PUCP y la UNMSM (sí, las dos universidades más prestigiosas del país) parecen saber poco o nada sobre los candidatos a la alcaldía de Lima.

Y ni qué decir de las elecciones distritales. En Jesús María, por ejemplo, sucede algo ilustrativo. El alcalde actual acaba de comprarse dos casonas de más de 200 metros cuadrados en la zona más pituca del distrito. Todos lo saben. Y nadie sabe de dónde sacó el dinero. Sin embargo, este señor lidera las encuestas. Su nombre es Carlos Bringas. A la gente le cae bien.

El problema radica en nuestra antigua ausencia de responsabilidad política, tan propia del tercer mundo.Y la solución no estriba, como se suele pensar, en la mediatización masiva de la contienda: esta sólo ayuda a quienes creemos en la  importancia de un voto responsable.

Estamos igual de jodidos que a inicios de la república. No hay nada más que agregar.

Rollin Cafferata Thorne