jueves, 16 de septiembre de 2010

¿La nueva pepita de oro?

Uno de los principales problemas de nuestra ciudad que sale a flote durante las campañas municipales, es el dilema de que hacer con la basura que producimos. En todo el país, se produce alrededor de 22 000 toneladas de residuos sólidos, mientras que Lima es responsable de 8 900 toneladas. En la capital, estos desechos se distribuyen en los rellenos sanitarios autorizados, que lamentablemente son solo cuatro, y en clandestinos, que llegan a la cifra de 27.

¿Qué hacer con tanta basura? Brasil ha implementado un sistema organizado que convierte la basura en una nueva fuente de ingresos, tanto para el beneficio del país, como para el de cada ciudadano. En algunas localidades de dicho país, se empezó a intercambiar reducciones en los recibos de luz, por basura. Así se creo un interés en el ciudadano y una conciencia que apunta al reciclaje como fuente de ingresos. Más de 26 000 dólares se han ahorrado en solo cuatro meses, y 2000 familias salieron beneficiadas.

Con este nuevo sistema colaborativo, también es posible la obtención de bonos de carbono, que equivalen a una tonelada d dióxido de carbono, y son vendidos a países altamente contaminantes para reducir el gas invernadero. De esta forma se obliga a los países contaminantes a pagar por su delito y los que no contaminan son recompensados con incentivos económicos.

En el Perú, las dos candidatas preferidas para las elecciones municipales, tienen puntos en común con respecto al tema de los residuos sólidos, sin embargo las propuestas no están bien estructuradas ni planteadas a largo plazo. Por su lado, Susana Villarán, propone reducir la informalidad y como consecuencia el problema del exceso de basura. Para ella, el factor humano es esencial, igual que nuestro vecino país, sin embargo la estrategia de trabajar directamente con los recicladores y formalizarlos sin ayuda de la empresa privada y de las instituciones internacionales, no la llevará a ningún resultado claramente visible. Tampoco da solución a los vertederos informales.

Por su parte, Lourdes Flores, la tiene mas clara. Ella si menciona la intervención de organismos internacionales y de los bonos de carbono. Plantea primero concientizar a las familias en una tarea de reciclaje que consiste en separar residuos orgánicos de inorgánicos y luego una inversión privada que puede asemejar a la de Brasil con la energía eléctrica. Sin embargo, este problema de gran envergadura, no es profundizado ni debatido como se mereciera. Hay que planificar para la eficacia de los proyectos y para su adecuada utilización y distribución entre los ciudadanos.

La contaminación es un problema que nos perjudica a todos directamente, los residuos sólidos contaminan el agua e intoxican el ambiente con los gases de dióxido de carbono. Es de vital importancia, que nuestros líderes políticos planteen objetivos concretos y viables para su adecuada resolución.
Gabriela Chiappe

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