jueves, 26 de agosto de 2010

Agua fría para fumadores

El tema de que la Ley General de Prevención y Control de Riesgos se haya aprobado en Perú, así como en muchos países del mundo, ha despertado un sin número de opiniones favorables y enconados comentarios de quienes, al igual que yo, son frecuentes consumidores de cigarrillos. Sin embargo, para tener un panorama más amplio al respecto es importante tener en claro ciertos elementos para lograr un debate informado.

En primer lugar esta ley prohíbe el consumo de cigarrillos en lugares públicos cerrados como restaurantes, discotecas, pubs, cafeterías, centros educativos, laborales y comerciales, casinos, entre otros. Hasta ahí no hay mayor novedad, desde hace más de dos décadas existía la ley de no fumar en lugares públicos, como afirma Daniel Abugattás, legislador nacionalista y firme defensor de la libertad para la autodestrucción. Sin embargo, el punto más álgido está en la eliminación de las zonas habilitadas para fumadores dentro de estos lugares, que sí existían, con lo cual queda totalmente desterrada la posibilidad de fumar para un grupo representativo de la población.
 
Otro punto que genera gran malestar en los consumidores de tabaco es que desde febrero de este año se ha incrementado el impuesto al tabaco en un 20% debido al alza del Impuesto Selectivo al consumo (ISC) dispuesto por el Ministerio de Economía y Finanzas (MEF). Con ello, probablemente se reduzca la venta de cigarrillos en locales comerciales, pero aumente la venta ilícita, lo cual perjudica directamente a las empresas formales, y quizás no se traduzca en menor consumo.
 
Teniendo en cuenta los problemas que estamos atravesando en Perú, como la oleada de frío, la desnutrición, la educación, el aumento de mafias extranjeras en las ciudades, el narcotráfico, la situación no resuelta de los iqueños, el tránsito en ciudades como Cuzco o Lima y sobre todo el que lugares como La Oroya o Lima se encuentren en el top de ciudades más contaminadas del mundo hace parecer irrisorio que en el congreso se dediquen a bloquear los espacios para fumadores.
 
No obstante, la iniciativa de la presidenta de la comisión parlamentaria de Defensa del Consumidor, Alda Lazo, no deja de ser importante. Según informes de la Organización Mundial de la Salud (OMS), el tabaquismo “mata cada año a 5,4 millones de enfermos de cáncer de pulmón, cardiopatías y otras enfermedades. De proseguir esa tendencia, para 2030 la cifra aumentará hasta más de ocho millones anuales”. Las cifras son alarmantes sobre todo si tenemos en cuenta que a diferencia de otros vicios, el tabaco produce emanaciones que no solo afectan a quien lo consumen sino a todo su entorno.
 
Según un documento de la OMS, divulgado por La Organización de Naciones Unidas se ha descubierto que el humo que del cigarrillo contiene más de 4,000 compuestos químicos, como alquitrán y nicotina, los cuales constituyen al menos 60 sustancias carcinogénicas conocidas. Por otro lado, se estima cerca de 200.000 trabajadores mueren cada año por la exposición al tabaco en su trabajo, y que cerca de 700 millones de niños respiran el aire contaminado por el humo, incluso en sus casas. Si vinculamos estos hechos directamente y con fines prácticos a lo económico, por más vil que suene, el fumar solo genera problemas de salud que traducidos en gastos representan altísimas sumas que millones de familias no podrán costear para salvar a sus parientes del cáncer de pulmón, garganta, boca, entre otros; de las úlceras estomacales, y problemas cardiacos.

Por otro parte, el bajo rendimiento físico que se presenta en personas fumadoras, sumado a la apariencia de sus dientes, su mal aliento y el desgaste de su piel, hacen evidente que hasta en lo estético el fumar representa un problema desagradable que debemos evitar. Si aún no se convence, ¿se ha puesto a pensar en cuánto de su dinero se va en gastos relacionados con el tabaco? Saque su cuenta y puede ser que con lo que usted gasta mensualmente pueda pagarse un curso de inglés, francés, computación o alemán en cualquier instituto especializado, algo que a nadie le sentaría mal y con lo que se ahorraría un largo y doloroso tratamiento de quimioterapia.

Alumna: Tabatha Grajeda

El juego del dinero

El dinero de los más ricos del mundo se concentra en entidades financieras que realizan actividades de gestión e inversión. Es decir, el patrimonio no está estancado en un solo lugar; no está ni debajo del colchón o de la refrigeradora, ni en una caja fuerte o en billeteras pesadas. En la actualidad, el dinero es parte de un juego diario de especulaciones, probabilidades y riesgos.

El dinero va y viene, viaja de continente a continente a través de transacciones bancarias y otras operaciones realizadas por personas especializadas. Y estas personas trabajan en las organizaciones más poderosas del mundo que han sido y son capaces de ocasionar crisis económicas globales.

¿Cómo manejan estas personas tal responsabilidad? Atrás quedó el conservadurismo, y la falta de riesgos y de creatividad. El juego del manejo del dinero hoy en día es una cuestión de búsqueda de información, anticipación, rapidez y toma de riesgos. Prueba de ello es el éxito de los fondos de cobertura desde el año 1999.

Según Eurocobertura –publicación de seguimiento económico-, la industria europea de fondos de cobertura ha aumentado su número de lanzamientos en más de seis veces entre los años 1999 y 2004. A diferencia de las entidades financieras tradicionales como Goldman Sachs y Morgan Stanley, los corredores de estos fondos de cobertura invierten el patrimonio de sus clientes en productos de alto riesgo como las ventas de acciones en descubierto, swaps, futuros, divisas y opciones.

En el 2004, Alex Ehrlich, uno de los hombres más peligrosos para la FSA (Autoridad de Servicios Financieros) se convirtió en una amenaza para los fondos de inversión tradicionales. Ehrlich, quien formaba parte de la Unión de Bancos Suizos y trabajaba en la división de fondos de cobertura, logró, junto con otros “jugadores”, erosionar la cuota de mercado de Morgan Stanley y Goldman Sachs del 90 al 55 por ciento en menos de una década.

Es por esto que en el 2009, Morgan Stanley dejó atrás su postura conservadora y contrató a 400 empleados de otras firmas con el fin de recuperar algunos de sus clientes que decidieron invertir en los emergentes fondos de cobertura. Entre las nuevas contrataciones estuvo Ehrlich, ahora presidente de esta firma.

Las entidades financieras tradicionales se han dado cuenta que el actual juego de carteras es más eficaz si está en manos de personas que no sólo se empapan de información sobre el contexto económico actual, sino que también se anticipan a las tendencias macroeconómicas, son flexibles en sus posturas y son capaces de tomar riesgos.

Emily Espinoza Lewis

Los sueños de un presidente legítimo


Andrés Manuel no tiene 37 años. Tampoco esconde los rastros de los decimales que le suman varios noviembres. A pesar de eso, es un político fresco y con amplio espectro para estructurar y decidir, sin quedarse en un discurso que desborde demagogia.
El 25 de julio me encontraba en la Ciudad de México, a punto de regresar a Perú. Seis meses lejos de la patria llenó mis maletas con playeritas y recuerdos que se amontonan en las paredes. El cielo amenazaba con mojar a los desprevenidos y los chilangos, en el Zócalo, ponían atención en torno a un candidato que, para muchos, representa el cambio.
Hace un par de semanas, Fidel Castro lanzó alegorías en torno a quien prefiere ser llamado AMLO. Las palabras lanzadas tenían un motivo: la última lectura del libro La mafia que se adueñó de México y el 2012.
López Obrador, el peje en términos más que coloquiales, inicia su publicación con un homenaje a las mujeres y hombres mexicanos, que trabajan para lograr el renacimiento de México.
El paso es abrupto, de cara nos muestra la corrupción que todos los mexicanos presenciaron, allá por la década de los 80’: el dinero y las empresas que pasaron a manos de los privilegiados, de las 30 familias más ricas de México y de quienes enrolan las listas de Forbes como los más ricos en medio de una nación sumida en pobreza, inestabilidad política y sangre del narcotráfico.
Por el libro corren nombres y sendos ríos de impotencia frente al fraude. Al atropello contra la democracia, que sucedió durante las elecciones presidenciales del 2006. Cuando el PAN [Partido de Acción Nacional], con hechos más claros que el agua, se apoderó de Los Pinos, con la orquesta del IFE [Instituto Federal Electoral].
El saqueo, protagonizado por la minoría rapaz, del delincuente de terno y corbata, dejó en el país la política del pillaje y la venta de México, con la imagen del progreso de la globalización.
Andrés Manuel resume su recorrido por los municipios en tres capítulos del libro. Graficando con letras la pobreza, corrupción y saqueo, que, a diario, enfrentan los mexicanos de las zonas más pobres del país. Donde un kilo de vaca se vende a 5 pesos [un nuevo sol].
El lluvioso 25 de julio, AMLO presentó su proyecto de nación para el 2012. Año en que se convocará a la sociedad mexicana para las elecciones presidenciales.  Resumo su lucha en 10 puntos concretos que, también, explica en el libro:
Rescatar al estado, democratizar los medios de comunicación, crear una nueva economía, combatir los monopolios [Pemex, Telmex, Cemex, Banamex], abolir los privilegios fiscales, austeridad republicana, fortalecer el sector energético, alcanzar la soberanía alimenticia, la política como imperativo ético, establecer el estado de bienestar y promover una nueva corriente de pensamiento.
Más que una protesta, los capítulos fortalecen el compromiso por una nación, por quien afirma que no hay “nada mejor en la vida que luchar por el bien de otros”.
Sin manipulación, apostando por la “fiesta democrática”, AMLO espera consolidar su proyecto de nación el 2012. Así, demostrar que la lucha no fue en vano y que el futuro de millones de mexicanos puede empezar un cambio junto al sexto sol.
Andrés Manuel hace el cierre: ”arriba los de abajo y abajo la minoría rapaz”
Alicia Rojas

miércoles, 25 de agosto de 2010

La educación peruana nuevamente en la mira de las tecnologías

Información y conocimiento han sido dos aspectos decisivos a lo largo del tiempo. Características como el poder, la riqueza, el establecimiento de la organización social, entre otras podían ser dominadas si se contaba con un adecuado uso de estos dos elementos. Sin embargo con la llegada de las Tecnologías de la información y comunicación (TIC), estas características han sido totalmente alteradas.

Cuando nos referimos a esta poderosa herramienta no solo estamos hablando de la implementación de la tecnología, sino las nuevas formas de organización y de producción que surgen a partir de ella. Esto último parece no comprenderse totalmente en el Perú que vuelve a presentar como propuesta la inclusión de las TIC en zonas con bajos recursos.

Se debe entender que la importancia en la aplicación de estas recae en todas las consecuencias que han traído a nuestra vida social y que han marcado un cambio cultural en nuestra época. Nuestras maneras de informarnos, de trabajar, de aprender, de relacionarnos son transformadas.

Recordemos que en el año 2000 en New Delhi, capital de la República de India se inició, con dinero extranjero, el proyecto “Hole in the Wall” que implementó, en las zonas más pobres, pequeñas cabinas con computadoras empotradas dentro de un hoyo en la pared donde se tenga libre acceso a Internet. Se buscaba con este proyecto que los niños sin interferencia (organizaciones o instructores) puedan aprender a su propio paso y velocidad.  El proyecto fue un fracaso porque no se prestó suficiente atención al sistema humano y social que está en constante cambio.

Las TIC no garantizan el desarrollo, si no hay un adecuado uso y concientización de esta en una sociedad tan dinámica como la nuestra. Se tiene que tener en cuenta una serie de factores que intervienen en la aplicación de las TCIs a las sociedades como son las predisposiciones de cada grupo (utilidad, normas, las barreras culturales, etc.). Asimismo, los proyectos de empresas extranjeras que quieran apoyar estas iniciativas deben ser bienvenidas en la medida que dejen participar a la comunidad de sus propios beneficios.

Luciano Olivos

“Prefiero morirme antes que verte pobre”

A los 16 años, la incertidumbre nos define. Aunque creamos saberlo todo y esa sea la única verdad que abrazamos ciegamente, desconocemos la verdadera cuestión, el eje en torno del cual gira nuestra vida: somos aún prolongaciones de nuestros padres, de nuestro colegio, de nuestros mínimos universos. Y en nuestro país, es a esa edad que elegimos la carrera que estudiaremos.

A los 16, yo ya sabía cuántos hijos iba a tener, dónde iba a vivir, cómo sería mi esposa y hasta cuánto dinero ganaría al mes; a los 16, naturalmente, sabía que Administración de empresas era lo mío. Y sólo tres años después, cuando mis padres dejaron de pensar por mí y arranqué del inconsciente la certeza de que este cuerpo era mío, entendí que, en realidad, lo mío era la literatura. Sabines y Watanabe me lo contaron en mi clase de microeconomía.

Explicárselo a mis padres no fue difícil: fue imposible, e intenté estúpidamente buscar un punto medio, algo que me diera dinero y que los complazca, aunque poco. Terminé estudiando periodismo. Recuerdo claramente las palabras de mi vieja en aquel sangriento almuerzo: los poetas son unos vagos, unos borrachos y casi todos viven con las justas. Aquella decisión resignada me recuerda la única verdad que ahora abrazo ciegamente: a los 16 lo sabía todo. Ahora no sé nada.


El mito

El estereotipo del poeta que maneja la sociedad limeña alcanza niveles altísimos de complejidad y oscuridad. Los poetas son análogos a los violadores, terroristas, drogadictos y cualquier otra figura representativa de la escoria. Pero este mito, como todos, tiene una base en la realidad. La difusión de la poesía de Vallejo junto a su penosa biografía es una de las culpables. Es harto conocido que el que fuera nuestro más grande vate (y acaso intelectual) vivió sumido en la más enajenante miseria, y murió en una cama de un hotel parisino de tercera. Asimismo, la muerte de Javier Heraud -a quien muchos recuerdan como terrorista-, la mediatizada adicción a la coca de Antonio Cisneros y la homosexualidad de Eielson y César Moro (tan mal vista por nuestra homofóbica sociedad), le dieron aire al mito. Mi viejita es una de sus víctimas.

No pretendo enumerar las razones que explican su éxito social. Me basta con aclarar que es un mito. ¿Y es que acaso nadie sabe que nuestra docencia universitaria y escolar está poblada de poetas? ¿Casi tanto como nuestro periodismo? ¿O que muchos de ellos ocupan cargos administrativos de alto poder como Mirko Lauer o el mismo Cisneros? La verdad es que muy poca gente lo sabe, y algunos incluso prefieren no saberlo. Resulta complaciente mirar el mundo a través de una lentilla prejuiciosa. Todo parece adquirir orden y limpieza. Es cierto, como también lo es el hecho de que ello no es otra cosa que una característica más de nuestra condición de país tercermundista.

Rollin Cafferata Thorne

¿Es el estado Peruano un estado laico?

El Perú por definición es un Estado laico. La modernidad trae consigo este rasgo que otorga a los estados mayor democracia. La separación entre la Iglesia y el Estado permite que la sociedad civil se desarrolle más igualitariamente. La adherencia a una institución religiosa restringe todo tipo de debates éticos y morales que afectan directamente al ciudadano.

Si bien es cierto, el Perú es un estado laico, esta asociado directamente a la Iglesia Católica por el concordato establecido durante la dictadura de Morales Bermúdez en 1980. Esta clase de acuerdos datan de las guerras de la Europa del siglo XV pasando por los regímenes totalitarios de Mussolini y Hitler, hasta nuestros días. Los concordatos aseguraban bienes y relaciones sociales entre el Estado y la Santa Sede.

En nuestro país, el concordato beneficia únicamente a la Iglesia Católica, relegando los demás credos, lo que indica explícitamente que no es un Estado laico. El sueldo del Cardenal Cipriani es equiparable al salario que recibe un Ministro del Estado, es decir arriba de los 40 000 soles mensuales, por otro lado existen más de 20 cargos que reciben remuneraciones incomparables a las entradas de un maestro o un obrero por ejemplo. Todo esto es pagado con los impuestos de los ciudadanos, aunque no profesen la fe católica.

Los derechos civiles también se ven afectados por la legalidad del concordato. En el 2002, el congreso aprueba la ley que conmemora el “Día del Niño por Nacer”. Esta celebración, impulsada básicamente por la Iglesia católica, no es ni cívica ni histórica, ni está aprobada por instituciones internacionales que promuevan los derechos humanos, esencialmente tiene sus orígenes en creencias puramente ligadas a la iglesia. El hecho de considerar al óvulo fecundado como un niño es relativo para todos los credos y tendencias sociales y resta importancia a los derechos de la madre. El tomar una posición absolutista supone que los demás ciudadanos no tienen opción a ser escuchados.

El Estado Peruano claramente no es laico, sus relaciones políticas, económicas y sociales para con la Santa Sede y las restricciones para con los demás credos y posiciones morales lo demuestran contundentemente. A pesar de haber pasado más de 500 años, las tradiciones y alianzas injustas siguen imperando en nuestra sociedad.

Gabriela Chiappe

Javier Prado a diario

Una vez más me dispongo a hacer uso del transporte público, como todos los días, para llegar a casa. Mi trayectoria es realmente larga, de extremo a extremo de la ciudad; sin embargo, ese no es el mayor problema que se me presenta. A medida que el bus avanza, sé que un problema mayor se acerca peligrosamente, dispuesto a detonar mi paciencia. Avanzada no mucha distancia, debo lidiar diariamente con la Avenida Javier Prado. Diariamente debo planear como soportar la larga espera que remite aquella monstruosidad de tráfico en hora punta. Por donde apunten los ojos hay buses, automóviles y motos en un atolladero fenomenal.

Escribo estas líneas desde mi perspectiva de ciudadano de Lima, de usuario del transporte público y de elector ante la proximidad de las elecciones municipales. Muchas veces se han planteado diferentes propuestas para solucionar el problema del tráfico en nuestra ciudad y la mayoría ha colapsado con el paso del tiempo, pues siempre se tiene que lidiar con un parque automotor en crecimiento, donde el desorden campea.

Vale decir que el problema no solamente afecta al ciudadano desde el aspecto del tráfico en sí, sino también desde aspectos de salud generados por estar mucho tiempo en contacto con el smog y, en algunas ocasiones a los malos tratos de los conductores y/o cobradores que pareciera que hacen un favor a la comunidad con su trabajo y no brindar un servicio.

Ante este panorama y ante la proximidad de las elecciones municipales, hace falta que las autoridades tomen consciencia del problema del tráfico y asuman los riesgos sociales que podría significar esta transformación como son los casos de desempleo al reducir el número de unidades de transporte. Es preferible plantear propuestas factibles antes de prometer la construcción de un metro o salidas con las cuales no podemos contar aún.

Se requiere madurez por parte de los aspirantes al cargo, no simplemente una retahíla de promesas carentes de sentido.


Daniel Sánchez

Artículo 1- Ego Agurto V.

Mujeres Modernas

Ego Agurto Vásquez


La vida y, particularmente el trabajo de la mujer dentro de la sociedad, ha sido siempre injusta, minimizada y relegada a un papel secundario poco o nada agradecido o remunerado.

En la era neolítica tanto la mujer como el hombre se dedicaron al trabajo de la tierra, pero además a la mujer se la veía como un instrumento para aumentar la población y así tener mayor mano de obra. Esto fue aprovechado por los hombres, quienes condenaron a la mujer a una labor doméstica. La sociedad advertía que el mejor negocio que podría tener la mujer era el matrimonio, ya que las demás labores iban a ser siempre mal retribuidas, por lo que empezaba a prepararse para el matrimonio desde la adolescencia, pues de ser una madre soltera no tendría un lugar dentro de la sociedad.

La mujer creó desde entonces una férrea dependencia del hombre, al punto que el único trabajo que podría tener era el cuidado de su familia, lo cual le imposibilitaba tener una independencia económica.

Posteriormente, conforme la sociedad se volvió más “civil” (o menos machista) los gobiernos empezaron a capacitar a las mujeres en labores de administración, a fin de ampliar sus medios de acción en todos los aspectos de su vida ya que esta dependencia no sólo era económica, sino que también extendía a otras cuestiones. Sin embargo, la inserción de la mujer en el campo laboral se dio por el bajo nivel económico de algunas familias. Esto la obligó a trabajar no solo en la casa, sino también fuera de ella, aunque inicialmente con un salario mucho más bajo que el del hombre, pero que ayudaba en la economía familiar.

En la modernidad el rol de la mujer ha cobrado un mayor protagonismo dentro del mundo laboral. Ya no es solo la mujer que se dedica al hogar, sino que ahora incursiona en el mundo empresarial, incluso con mayor éxito que el hombre en varios casos. Es una mujer que estudia, trabaja, etc.: su tiempo le pertenece.

Las mujeres siempre han sido partícipes en las instituciones de nuestra sociedad, es solo que no han sido reconocidas como deben ser. La vida las ha tratado de manera ingrata en ese sentido, pero debemos aceptar que son la esencia y el motor de la sociedad. Tal vez sería bueno dejar de lado el maldito machismo y aceptar que sin las mujeres, este mundo no es nada.

Paraiso

Esta es una crítica de la película peruana “Paraíso”, que vi en el festival de cine de Lima. 


¿Por qué sigue en pie ese árbol, en el medio del asentamiento? Los personajes de “Paraíso” se mueven, giran y cargan sobre sus hombros recuerdos de una generación golpeada por la violencia interna. Hablan del terrorismo, saben de él por voces terceras. La curiosidad de la chica por saber si se parece a su padre, muerto en Ayacucho, nos posiciona dentro de una generación que todavía siente los embates de un pasado atroz. Tienen que salir de su barrio. Deben encontrar su salida con el gran inca vigilándolos desde lo alto del cerro.

La falta de posibilidades, el amigo muerto por las batallas entre pandillas, el paradójico miedo a la huida; a los personajes parece habérseles cerrado todas las puertas. Incluso el pasado, prodigioso siglos atrás, ha sido robado; sustraído de esas tierras arenosas y solo estudiado en libros de historia. Los cinco amigos le gritan al asentamiento en una escena, ¿Qué más pueden hacer, además de gritarle a su pasado, presente y futuro?

Ellos mismos deben comprar la salida de un “paraíso” que los ha atrapado: Enlistándose al ejército, yendo a la universidad, siendo un buen estudiante, etc. Todo esto fracasa. Parece haber un círculo vicioso que se repite una y otra vez. Sin embargo, uno de los personajes quiere volar. Se maravilla viendo al “hombre araña” columpiarse en un circo instalado en el asentamiento. Quiere elevarse del suelo, o por lo menos pretende aquello. Lo vemos en la escena final, yéndose con la gente del circo, en pleno proceso de aprendizaje.

El tufillo de esperanza con el que cierra la película trae una lección social. Bien decía Basadre: “Toda clave del futuro está allí: que el Perú escape del peligro de no ser sino una charca, de volverse un páramo o de convertirse en una gigantesca fogata”. Quién sabe, tal vez el chico nunca llegue a volar y se esfume en el olvido; o tal vez el chico recuerde, entre sueños, que hasta en el terreno más agreste puede brotar un árbol.

Javier Wong