jueves, 2 de septiembre de 2010

Olaya Sound System


Nadando en una fusión de géneros tropicales


Hace unas semanas me daba mi usual paseo nocturno por las calles barranquinas en busca de algún evento que me hiciera pasar el rato, que me hiciera olvidar por un momento las barbaridades que vemos a diario, algo que simplemente me permitiera desconectarme de lo que diariamente vivimos en nuestra ciudad, hambre, injusticas, robos, etc. En mi búsqueda por esto, me di con la sorpresa de que en una de las discotecas, una banda, con un nombre muy particular, Olaya Sound System, presentaba su disco debut “Nadar en el cemento”. Cuando digo particular, me refiero a que no solemos encontrar bandas musicales que utilicen a héroes nacionales como referencia principal.

Ingresé al local y la banda ya estaba sobre el escenario y se disponía a empezar. Me llamó la atención la cantidad de gente que habían reunido en el bar, siendo un día jueves, y me pedí una cerveza para disfrutar del concierto.

La música empezó a sonar suavemente, un Dub instrumental, género proveniente del reggae jamaiquino de los años 70, inundo mis oídos, provocando tanto en mí, como en los demás asistentes una absoluta atención. La música había cautivado a buena parte de los asistentes, y las letras de las canciones siguientes al dub, pretendían enviar un mensaje de libertad, armonia, unión y paz para todos.

Este mensaje fluía a través de una serie de géneros musicales, como el reggae, la salsa, el dub, el dancehall, el ragga. La mezcla de percusiones, guitarras, bajo, sintetizadores y batería le daban vida a cada uno de estos géneros.

El concierto terminó entrando al submundo de la cumbia, las guitarras clásicas chicheras, al estilo de Enrique Delgado, guitarrista de Los Destellos y probablemente el máximo exponente de la chicha peruana, nos indicaba que era momento de mover el cuerpo, de gozar y sudar hasta la última gota, sumergiéndonos en uno de los géneros más importantes de nuestra sociedad.

El evento culminó y hubo algunas cosas que me quedaron en la cabeza. La primera fue que las bandas nacionales están creando una fusión entre distintos estilos musicales, provocando una nueva movida cultural que tiene mucho futuro y que cada ves reúne más adeptos. Otra cosa importante, es el peso que la cumbia y la chicha está teniendo en los jóvenes de hoy, es notoria la aceptación por parte ellos y muy interesante la forma que en que distintas bandas han empezado a fusionarla. Incluso está entrando al mundo de la música electrónica.

Al igual que nuestro héroe nacional chorrillano, quien murió enviando mensajes de libertad durante la ocupación española en el país, Olaya Sound System estará siempre en el escenario tratando de que su mensaje llegue lo más lejos posible. Eso sí, siempre haciéndote bailar…

Problemas ignorados: control de natalidad y muerte materna

En un clima de intenso “debate” político, de dimes y diretes entre los candidatos para las alcaldías y de escándalos sobre funcionarios corruptos y demagogos, hay muchos temas de suma importancia que se están dejando de lado.

Me entristece y frustra leer los periódicos, ver los noticieros y escuchar los mismos comentarios sobre los mismos temas políticos, mientras que hay tantas preguntas y problemas que la sociedad busca responder y solucionar. Uno de estos problemas que afecta a la sociedad peruana es la indiferencia por parte de los políticos, funcionarios del Estado y medios de comunicación frente al control de la natalidad y la muerte de madres gestantes.

Como líderes que buscan el desarrollo de nuestro país a través de políticas eficaces, ¿qué deberían saber? Les resumo esta problemática entorno al control de natalidad y muerte materna en tres afirmaciones que con suerte leerán.

Primero, afirmo que en el Perú salir embarazada es un riesgo inminente para la mayoría de las mujeres; segundo, que la legalización del aborto es un tema que debe ser tratado ahora mismo y de manera científica; finalmente, que la información y las estrategias sobre planificación familiar deben ser descentralizadas y masivas.

Con respecto a la primera afirmación, sería importante que los actores del acontecer político-mediático sepan, por ejemplo, que el Perú es el tercer país de Latinoamérica que presenta la mayor tasa de mortalidad materna. Según el Ministerio de Salud, hay 185 muertes de madres gestantes por cada 100 mil nacidos vivos; o sea que, por cada millón de bebés nacidos, mil 850 de ellos quedan huérfanos de madre.

Las causas de mortalidad materna son las complicaciones durante la gestación, causadas a su vez, por la falta de servicios de salud, información y políticas de planificación familiar. Esto nos lleva a la segunda afirmación que apela a la urgencia del debate sobre la legalización del aborto en el país.

El seis por ciento de las causas de mortalidad materna es el aborto inducido; porcentaje que no toma en cuenta que la intención de abortar puede ser la causa de otras complicaciones como las hemorragias e infecciones (41 y 6 por ciento de las causas de muerte, respectivamente). “Se estima que en el Perú se producen cada año 352 mil abortos inducidos, según un estudio realizado en el 2001 por Delicia Ferrando (Centro de Flora Tristán y Pathfinder International”, acota un artículo del Centro Flora Tristán. Este artículo además afirma que “la criminalización del aborto no desalentó (su) práctica, sino más bien tuvo el efecto de hacer el proceso más inseguro y peligroso para las mujeres”.

Sí, es verdad que la legalización del aborto no es la única y mejor solución para el control de natalidad, pero es definitivamente un tema a tratar. El otro tema es la descentralización y masificación de información y estrategias para la planificación familiar, tema que corresponde a la tercera afirmación.

¿Cómo es posible que la venta de pastillas anticonceptivas se concentre con un 80 por ciento en la capital de nuestro país? Este dato, señalado por Bayer HealthCare, demuestra que la planificación familiar a través de anticonceptivos no está masificada en el país. Otro tipo de estrategias importantes que deberían ser masificadas son la impartición de cursos de educación sexual en los colegios y la elaboración de campañas de información en zonas rurales y urbanas.

El control de la natalidad y la muerte de madres gestantes constituyen uno de los tantos problemas que afectan a la sociedad peruana y que no son tratados en los debates políticos y mediáticos. Estamos hartos de su vergonzoso e inútil “debate”. Queremos escuchar información nueva y estrategias innovadoras que busquen solucionar los problemas de nuestro país.

Emily Espinoza Lewis

¿Voto responsable?

Prendo el televisor a las diez de la noche, sintonizo el noticiero del canal cuatro, y un huaico de información sobre los candidatos a la alcaldía de Lima me arrastra durante una hora. Cojo el control remoto y cambio de canal: un plano medio de Alex Kouri me regresa a la furia del río de tierra. No hay nada que pueda hacer, las elecciones municipales se avecinan. De pronto, siento que mis principios se vienen abajo cuando comienzo a extrañar la televisión basura de Beto Ortiz.

Subo a mi cuarto y, antes de dormir, prendo la laptop para revisar mi correo. Encuentro la bandeja llena de notificaciones de facebook. Su contenido es predecible: invitaciones a formar parte del grupo de Susana Villarán, mensajes que contienen párrafos enteros sustraídos del plan de gobierno de Lourdes Flores y hasta comentarios en mi “muro” de amigos que me recuerdan que Humberto Lay también existe. Es curioso, sin embargo, descubrir que los amigos que me escriben siempre son los mismos. Los cinco gatos de siempre.

A mí no me importa la política. Y en épocas electorales me jode. Pero más me jode la pesadumbre moral de informarme, de saber quién postula y qué propone. Odio sentirme un elector irresponsable. Y ahora sé cuántas veces Fernando Andrade va al baño a diario, o cómo se ve Lourdes en traje de baño. Los medios me contaminan. Pero también me iluminan. Es decir, la mediatizada corrupción de Kouri ha logrado desterrarlo de mis preferencias políticas y las propuestas de Villarán crean en mí una suerte de esperanza razonada. La verdad no me hace libre, pero al menos me hace consciente. Y eso me basta.

Resulta razonable, entonces, aseverar que la política está de moda. Ha sido el tema favorito de todo programa televisivo y radial en los últimos cinco meses, además de haber invadido la internet. Pero ¿De verdad lo está? ¿Es decir, con toda la atención de los medios dedicada a los candidatos y a la contienda electoral, la gente se muestra, de repente, interesada en la política? ¿Realmente le interesa saber quién administrará el dinero proveniente del pago de sus impuestos? No, no y no.

A la gente le importa un bledo la política. Escuchan a Susana Villarán en el programa de Bayley y les basta y sobra con que les caiga bien. Nadie, en lo absoluto, se interesa en saber qué propone cada candidato. Los medios, a pesar de dedicarse a embarrar de información nuestros cerebros, no cuentan con la eficacia para promover un voto responsable. Bien lo demuestra un informe preparado por la página web de El Comercio: Alumnos de la PUCP y la UNMSM (sí, las dos universidades más prestigiosas del país) parecen saber poco o nada sobre los candidatos a la alcaldía de Lima.

Y ni qué decir de las elecciones distritales. En Jesús María, por ejemplo, sucede algo ilustrativo. El alcalde actual acaba de comprarse dos casonas de más de 200 metros cuadrados en la zona más pituca del distrito. Todos lo saben. Y nadie sabe de dónde sacó el dinero. Sin embargo, este señor lidera las encuestas. Su nombre es Carlos Bringas. A la gente le cae bien.

El problema radica en nuestra antigua ausencia de responsabilidad política, tan propia del tercer mundo.Y la solución no estriba, como se suele pensar, en la mediatización masiva de la contienda: esta sólo ayuda a quienes creemos en la  importancia de un voto responsable.

Estamos igual de jodidos que a inicios de la república. No hay nada más que agregar.

Rollin Cafferata Thorne

Sobre cómo funciona el deus ex machina de un presidente.


Entre piel bronceada, cabellos rubios y minifaldas rosadas, se encuentra la imagen de uno de los narcotraficantes más peligrosos de México.
La Barbie no es solo producto de Mattel. La figura del juguete para niñas, se traslada a la descripción de quien fuera uno de los hombres más buscados en México y Estados Unidos. El personaje que movía una tonelada de cocaína al mes, no podía encontrar un alias tan opuesto a su realidad.
El “güero” Edgar Valdez Villareal, alias "La Barbie”, fue capturado la tarde del lunes por la Policía Federal. El operativo se realizó en los límites de Morelos y el Estado de México. A partir de entonces, el cártel de los Beltrán Leyva, del que era parte La Barbie, empieza a andar con el reloj en su contra.
Con el grillete en las muñecas, Valdez esboza una sonrisa sarcástica junto a los gopes [Grupo de Operaciones Especiales Policía Federal] en su presentación a la prensa ¿De qué se ríe La Barbie?
Desde que Felipe Calderón declaró la guerra al narcotráfico, hace cuatro años, utilizó todo el poder militar a su disposición. Envió soldados y agentes federales a las ciudades más peligrosas, donde había fuerte actividad por parte de los cárteles.
Cuatro años después de asumir la presidencia, la violencia se expande por todo México y deja como saldo 28 mil personas muertas en esta “guerra contra el narcotráfico”. 
La presidencia comprendió que es incapaz de ganar la guerra por su cuenta, a pesar de contar con la ayuda de su vecino y aliado, Estados Unidos. Calderón, en un discurso televisado, pidió a los mexicanos que colaboraran denunciando a los criminales y que proporcionen información que pudiera conducir a su captura.
¿Qué ciudadano con cuatro dedos de frente va arriesgar su vida denunciando a miembros de cárteles? Bien sabemos que estos criminales no se detendrán ante nada a fin de eliminar a cualquiera que se interponga en sus planes.
La tarde del 30, a las 7:45 pm, FCH [Felipe Calderón Hinojoza] lanza desde su cuenta de Twitter: “La Policía Federal atrapó a "la barbie" uno de los criminales más buscados en México y en el extranjero. Continúa operativo sobre su grupo”.

Lo cierto es que, la captura de Valdez fue el deus ex machina para el residente de Los Pinos [Casa presidencial]. “Una gran bocanada de oxígeno político” [Carlos Loret de Mola] ayudó a Calderón y panistas a resistir frente a tantos hechos que contradicen su lucha constante contra el narcotráfico.

Con la captura de La Barbie, el Congreso del IV Informe de Gobierno de Calderón está salvado. Hasta el domingo, el panorama del informe no era alentador. “Con más de 28 mil ejecutados, 72 inmigrantes masacrados en la frontera, dos coches-bomba en el norte del país, la muerte de un alcalde y la percepción ciudadana de que la guerra contra el narcotráfico se va perdiendo” [El Universal], poco faltaba para un levantamiento frente a la casa de la colonia San Miguel de Chapultepec.

¿Cómo se movía, Valdez, a sus anchas en el territorio de Enrique Peña Nieto [Precandidato a la presidencia de México y actual Gobernador del Estado de México]? ¿Cómo pretenden continuar con ostentosas celebraciones en torno al Bicentenario de la Independencia y Centenario de la Revolución cuando el país entero se desangra en manos de los cárteles?
México hará explotar fuegos artificiales el 16 de setiembre. El 20 de noviembre recordarán a Madero y el llamado a la Revolución. El Zócalo de la Ciudad de México será tomado por Calderón, gobernadores y diputados. Se servirá una gran cena, se entregarán premios entre ellos y se repartirán honores.
Recordarán a Morelos, a Benito Juárez. Elogiarán a Pancho Villa, hablarán del Tri [selección mexicana], de las piernas de Elsa Benitez y de la cápsula del tiempo 2010 ¿acaso colocarán ahí los nombres de todos los asesinados, de quienes fueron víctimas de la ineficiencia del Gobierno del PAN 2010?
“Tenemos a La Barbie”. Cierto, pero aún tienes a ocho cárteles que caminan como Pedro en su casa por todo México. Seguro de eso se ríe La Barbie.
Cárteles mexicanos: Cártel del Golfo, Cártel de Tijuana, Cártel de Juárez, Cártel de Sinaloa o cártel del Pacífico, Cártel de Colima, Cártel del Milenio, Cártel de Oaxaca o del Istmo, La Familia.
Alicia Rojas

LA SOMBRA DE LA AUDIENCIA

La cultura esta de moda en Lima. El auge de diversos estilos artísticos ha hecho que estos mismos busquen formas alternativas de expresión. Sabemos que el arte viene del individuo, pero ¿hasta donde su psicología puede ser objetivizada? ¿Cuáles son los límites que se nos exige respetar?
“La Sombra” es una singular puesta en escena dirigida por Guillermo Castrillòn y auspiciada por La primera Convocatoria De Ayudas a la Producción y Exhibición en Lima de Artes Escénicas dirigida por el Centro Cultural de España. Lo particular de esta mezcla de teatro, performance y danza es su interpretación psicológica y la apasionada e intrínseca expresión de la misma.
Castrillòn recurre a Jung para construir, a base de arquetipos, una visión alternativa de los demonios de cada quien. Cinco actores entran en catarsis y vomitan su propia sombra traspasando las líneas de la cordura y los prejuicios. El inconsciente se expresa y se entremezcla con lo personal, lo social, lo emocional y hasta lo profesional. El arquetipo de la sombra en la concepción de Jung, es oposición de género,  la interpretación de Castrillòn se centra en las limitaciones que nos exige nuestra realidad.
Los diálogos son muy limitados y casi espontáneos, lo planificado de la propuesta es la coreográfica expresión de danza, marcada por una decidida fortaleza violenta. Los monólogos son abundantes y se alargan en medida que la culpa de cada actor crece. Se despojan completamente de sus realidades y dejan salir sus verdaderos deseos, miedos e inseguridades.
Melania Urbina se sitúa frente al publico y se alaga por sus logros, poco a poco su discurso cambia hasta insultarse y golpearse, la culpa se apodera de la actriz y hace nuestras sus experiencias, sus errores y sus mas sórdidas deformaciones.
La piel y el alma están a la vista, los deseos inconscientes mas profundos y primitivos salen a relucir junto con explícitas expresiones sexuales, todo revuelto se posiciona ante un público de clase media limeño que asombrado, se interesa.
¿Hasta que punto puede ser polémica esta puesta en escena? ¿Cuán arraigados están nuestros prejuicios y cuánto dependemos de las normas sociales aceptadas? Estamos reducidos por nuestras propias sombras, el arte es sinónimo de expresión y la expresión del inconsciente ciertamente es violenta. Sin embargo, este choque con nuestro lado onírico más profundo nos hace salir de la sala con cierta incertidumbre que nos lleva a cuestionar nuestra propia identidad. Más allá de ver escenas descarnadamente sexuales, se encienden cinco voces que se enfrentan a su verdadero yo y nos impulsan a hacerlo.
La controversial obra estuvo abierta al público durante el mes de junio, y recibió mucha acogida hasta el último día de su función, a la cual asistí, un cierre meritorio para el concepto psicológico y carnal de la propuesta.

Gabriela Chiappe

miércoles, 1 de septiembre de 2010

Con esta policía... ¿Qué esperamos?

“Persínate”, “ten cuidado”, “mejor que alguien te acompañe”. Estas son frases que nos hemos acostumbrado a escuchar a diario antes de salir de casa. Y es que la inseguridad ciudadana se ha vuelto un problema recurrente en Lima. Todo indica que debemos cruzar los dedos o encomendarnos a nuestro santito más querido cuando estamos en la calle. Y una vez que sucede el agravio, estamos tan habituados a la ineficiencia de la policía que no nos molestamos en denunciar el hecho. ¿No sirven para nada? ó ¿Exigimos mucho?


La cultura peruana esta tan decidida a culpar al otro que nunca nos ponemos en sus zapatos. Mientras esperamos ayuda, ¿Quién ayuda a la policía? En los últimos años se han desencadenado una serie de eventos que generan la perdida de identidad de esta institución y, por ende, su mal funcionamiento.

La Policía Nacional del Perú tiene que aferrarse, por obligación, a costumbres y tradiciones que no les permite dar un salto tecnológico hacia la modernidad. Funciones complementarias son tomadas como si fueran las principales. Este es el caso de la regulación del tránsito donde estos hombres de la ley se desempeñan como semáforos o se colocan debajo de ellos para que los conductores obedezcan sus señales. Esa no es su actividad. La policía se debería centrar en la investigación de accidentes de tránsito, control de conductores, vehículos robados, entre otras, pero descartando al policía-semáforo.

El Estado Peruano, también, ha permitido que otras instituciones se vayan posesionando de funciones y atribuciones que son propias de la policía: El Ministerio Público, que por naturaleza se fundamente en la defensa de la legalidad, pasa a convertirse en una entidad que dirige la investigación policial; y la Criminalística, ciencia policial por excelencia, será manejada a través de laboratorios. De la misma manera, los gobiernos locales vienen creando grupos para-policiales a través del serenazgo que se les reconoce y se les permite que administren justicia. ¿Dónde queda la identidad y labor de nuestros uniformados?

Además, nunca se les podrá administrar adecuadamente mientras estos guardianes de la ley tengan la autorización de trabajar durante sus 24 horas. El Comando no puede disponer de un policía que tiene la mente más puesta en su actividad civil: es un efectivo de medio tiempo. Esta medida, si bien se dictó en la década pasada para aliviar los bajos sueldos y salarios que recibían, ha pasado a institucionalizarse y La Policía Nacional del Perú permite que se alquile o rente al mejor postor. La suspensión de esta medida, debe implicar necesariamente un incremento en los haberes policiales, aspecto en la que el Estado Peruano a través de sus gobernantes, ha estado negándole a la institución.

Por lo tanto, no se puede exigir una adecuada labor policial y, menos, esfuerzos individuales, cuando no hay una apropiada administración de esta institución que logre elevar su identidad. Los uniformados son trabajadores que arriesgan su vida por el bienestar de nuestra sociedad, pero no pueden cumplir con eficiencia esta función cuando luchan, no solo contra la delincuencia, si no tambien, contra un estado que los enmarroca en condiciones paupérrimas y luego pese a su ardua labor, los encarcela con un reconocimiento mínimio.


Luciano Olivos Carrascal

Ají, che

Hace ya unas semanas estuve de vacaciones en Buenos Aires. Sin duda una ciudad con bellos paisajes urbanos, en donde puedes caminar sin que te retumbe el oído de tanto bocinazo o te encuentres atrapado entre una densa capa de smog. Habrían pasado un día o dos desde mi llegada, cuando se me ocurrió ir a probar un típico “Choripan” argentino. Todo iba bien, hasta que una frase mía sorprendió al mozo, casi al extremo del insulto: “Señor, me puede dar un poco de ají, por favor”.

No sabía que en la Argentina el consumo de ají es nulo, casi inexistente. Perú es el único país en Sudamérica donde la venta e ingesta de este colorido condimento resulta masiva. Es más, el ají es uno de los pilares más sólidos dentro de nuestra cocina; concebir un restaurante que no posea este elemento resulta inexplicable dentro de nuestro imaginario social. Yo, sentado en aquel restaurante gaucho, con un mozo mirándome de mala manera, no podía sino pensar en aquel picante compañero.

¿Sera el ají un elemento que logre explicar un poco más de nosotros? El aire de familiaridad que sentimos por este explosivo insumo trasciende las barreras de lo comestible. Hay en nosotros un lado masoquista: Así como nos gusta tanto el futbol, disfrutamos también de un buen “tiradito” con ají amarillo. A nuestros amigos argentinos no los veo ni escucho decir, entre pastas y carnes: “¡Que rico pica, che!”

Los lazos que compartimos con nuestros productos y platos nos recuerdan de dónde venimos. Nuestra cultura, historia y comportamiento social giran alrededor de una mesa; es allí donde nos encontramos con más fuerza. Queramos o no, estamos acostumbrados a lo que siempre hemos sido expuestos. Yo, pasadas tres semanas en la capital argentina, me di cuenta: Extrañaba el bocinazo, el smog y, sobre todo, extrañaba sentir ese rico ardor en la boca.

Javier Wong